"Es que me he quedado un poco bloqueada cuando Rocío dice 'os gusta ver donde no hay'", decía la hija de Rocío Jurado sobre su propia hija cuando le preguntan sobre si se emocionó al escuchar el nombre de su madre en el cementerio cuando lo gritó una espontánea: "Ahí tenía razón, es que no lo hay, no lo se ha emocionado porque dijeran mi nombre", reconocía Rocío Carrasco.
Estas declaraciones dieron puso sobre la mesa el papel de la también hija de Antonio David Flores en televisión durante las últimas semanas mientras se emitía la serie documental. Unas apariciones televisivas que Rocío Carrasco confesó no ver: "Procuro no verlo porque no me hace bien, no me aporta tranquilidad, no aporta nada bueno". En cambio, sí había escuchado algunas de las cosas que dijo, algo que le confirmó sus peores presagios: "Me transmite que es, para mí desgracia, la misma persona que era el 27 de julio de 2012".
Un hecho que reconoce vivir "con mucho dolor" y "con resignación", ya que es algo que seguirá siendo así durante un largo tiempo, aunque no pierde nunca la esperanza de algún día tener un acercamiento: "La esperanza no se pierde y el querer autoconvencerse una a si misma de que hay una posibilidad y algo de fondo que va a emerger no puedo resignarme a creer que eso no pueda existir, porque entonces no creería en el ser humano y creer creo". Para Rocío Carrasco tiene que ocurrir un detalle de vital importancia: "Ella tendría que estar aséptica del entorno en el que está y eso ahora no es posible".
Una posible llamada de su hijo
Los colaboradores también le planteaban la posibilidad de que su hijo David Flores intentase en algún momento ponerse en contacto con ella, algo que le encataría que ocurriese, pero con lo que tampoco puede hacerse muchas ilusiones: "Por una parte, no creo que suceda. Y si sucede y yo estuviese preparada para hacerlo, eso nunca sucedería desde la pulcritud, siempre tendría un trasfondo", decía en alusión a la siempre presencia de su padre, Antonio David Flores.