La también hija de Pedro Carrasco reconocía no tener muy claro el contenido de eso 18 contenedores, tampoco el que iba a abrir en ese preciso instante. Antes de desvelarlo, Jorge Javier Vázquez le hizo la gran pregunta: ¿Estaría dispuesta a repartir esos objetos personales si alguien se lo pidiese? Sin hacer mención directa a nadie, entre esas personas interesadas por hacerse con algo que un día fue de 'La más grande' estaría también parte de su familia con la que no tiene relación hoy en día.
Los trajes de Rocío Jurado
Rocío Carrasco, que de primeras respondió con un rotundo 'no', acabó rectificando y asegurando que "ya veremos, no voy a decir que no", dejando una puerta abierta al futuro incierto que le espera tras este año tan revelador para ella. Lo que si dejaba claro Rocío Carrasco es que "algún buen uso" le iba a dar a todo lo que hay en esos 18 contenedores.
Y tras mucha espera, llegó el gran momento: el contenedor 18, número que coincidía con el día del cumpleaños de Rocío Jurado, contenía algunos de los trajes más icónicos de su madre. "Este traje es de los primeros de cuando ella llegó a Madrid en los Canasteros", explicaba Carrasco: "Esto es una joya". En este contenedor asegura que no se encuentra todo su vestuario porque gran parte de él se encuentra en el museo de Chipiona, donde todavía esperan a ser expuesto: "Cuando yo llevé los trajes suyos para el museo, hubo muchos como estos que los dejé apartados porque no sabía si iba a ser para mí y algunos otros que si no los ponía en el museo iba a hacer otra cosa", confesaba.
Jorge Javier, con una de las batas de Rocío Jurado
Pero todo lo que allí se encontraba sin duda lo que más cautivó, especialmente al presentador, fue una capa blanca con plumas que, tal y como explicó Rocío Carrasco, "es una de las capas suyas de como las alas al viento". Un objeto icónico que, con su permiso, Jorge Javier Vázquez no dudó en ponerse para sentirse como la propia Rocío Jurado: "¿No me lo puedo quedar?", bromeaba.