Un 23 de diciembre de 2016 Rocío Carrasco presentaba en el juzgado de instrucción número 23 de Madrid una denuncia contra Antonio David Flore por "un delito de lesiones psicológicas y de quebrantamiento de los deberes de custodia". Un hecho que el propio juzgado decide derivar al Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Alcobendas ante el hecho de tratarse el denunciado de su exmarido. Una decisión que daba comienzo a un arduo camino para la hija de Rocío Jurado para demostrar ante diferentes psicólogos, psiquiatras y peritos del propio juzgado las consecuencias ocasionadas en ella por parte de el ex Guardia Civil con la mediatización de su vida personal.
Un sobresfuerzo por su parte que acabó en marzo de 2018 con una recomendación por parte de la titular del juzgado de Violencia sobre la Mujer de la apertura de un juicio oral al considerar que "existen indicios suficientes" de que Antonio David Flores efectivamente "efectuó publicaciones en los medios de comunicación donde desprestigiaba a doña Rocío Carrasco Mohedano, en su papel como madre o como persona" y que estos hechos "han agravado" el maletas psicológicos de la madre de sus hijos.
Una hecho que, en cambio, nunca llegó a ocurrir y en noviembre de ese mismo año la Sección 27 de la Audiencia Provincial de Madrid determinaba el sobreseimiento provisional de la causa, es decir, que el proceso judicial se paralizaba temporalmente ante la insuficiencia de pruebas para abrir un juicio oral.
"Nadie ha absuelto a nadie"
Una decisión judicial que, en cambio, no lleva implícita la absolución de los presuntos delitos denunciados, en este caso, por Rocío Carrasco sobre Antonio David Flores. En cambio, ante el silencio público de la primera, el segundo repitió en reiteradas ocasiones en diferentes medios de comunicación que "he sido absuelto", haciendo ver que había sido el claro ganador de un juicio que, en cambio, nunca se llegó a suceder. Así lo quiso dejar claro Rocío Carrasco en el episodio 11 de 'Rocío: Contar la verdad para seguir viva', desmontando otras de las mentiras que el padre de sus hijos ha repetido una y otra vez delante de las cámaras y revistas con total impunidad.
"No señores no, para que uno sea absuelto uno tiene que haber sido juzgado y a este señor no se le ha juzgado ", reconocía la hija de Rocío Jurado indignada: "Ese procedimiento está sobreseído provisionalmente, nadie ha absuelto a nadie". Un caso que, como ella misma recalca, "no es un caso cerrado" y, por lo tanto "quedan instancias a las que recurrir". Una stand by judicial que Rocío Carrasco todavía alberga la esperanza de volver a poner en marcha: " Yo siempre he dicho que creo en la justicia (...), quiero creer que estamos en un Estado de Derecho y que la Ley existe y que la Justicia existe. Estoy convencida de que se hará justicia y que por lo menos se me dará la oportunidad de que, si lo que yo estoy diciendo es verdad o no, se pueda dirimir en un juicio y se me de la oportunidad de poder contar mi verdad en un juicio ", reconocía.