Cuando comenzó todo el tema del divorcio, Rocío Carrasco tenía clara la idea de que quería que todo fuera amistoso y que no quería perjudicar a sus hijos en absoluto. Sin embargo, todos sus deseos se fueron al traste y nada salió como ella esperaba: "Mis hijos no me pueden decir que en 25 años he hablado mal de su padre", decía tajante en este nuevo episodio, algo que no podría decir Antonio David Flores a la inversa.
La entrevistada ha asegurado que, con el fin de proteger a sus hijos, nunca les contó nada de las infidelidades y la entrevistadora le preguntó en ese momento si su hija Rocío Flores sí piensa que ella engañó a su padre: "Tiene que enterarse de que no. Hoy es diferente, mi hija es una mujer prácticamente adulta". "¿No crees que con esa sobreprotección estabas desprotegiendo a tus hijos ante la realidad de su padre?", decía la periodista y aquí Rocío Carrasco no podía evitar romperse.
El dolor por sus hijos
Ella tenía claro lo que quería en aquel momento y así lo cuenta: "Lo más importante era que esos niños tuvieran a su padre y yo venía de una separación ejemplar y modélica. Yo pretendía que mi separación fuese de esa manera. De respeto mutuo, de implicación en terreno afectivo, material, escolar, aunque yo no quería tener nada con esa persona", relataba apenada ante la situación.