Si por algo ha destacada la ya pasada gala de la 71 edición de los premios Emmy celebrada en el famoso teatro Microsoft de Los Ángeles es por los discursos que se han escuchado a lo largo de noche sobre el escenario. Más allá de las risas que produjeron las palabras de Kim Kardashian cuando hizo entrega del premio a Mejor programa de competición a 'RuPaul's Drag Race', fueron otras muchas las que provocaron el aplauso por su carga reivindicativa e implicación social.
Fue el caso de la actriz Michelle Williams, que subió a recoger la ansiada estatuilla a Mejor actriz protagonista de una miniserie o TV Movie por su papel en 'Dosse/Verdon'. En el momento de los agradecimientos, la actriz explicó que ese premio era para ella mucho más que un reconocimiento a su interpretación en dicho papel: " Es una prueba de lo que es posible hacer cuando se confía en una mujer para discernir sus propias necesidades, se siente lo suficientemente segura como para expresarlas en voz alta y lo suficientemente respetada como para que sean escuchadas", explicaba a través de su propia experiencia: " Cuando pedí más clases de baile recibí un 'sí'; más clases de voz, 'sí'; una peluca diferente, un par de dientes falsos que no fuesen de goma, 'sí' ".
Michelle Williams: "La próxima vez que una mujer, especialmente una mujer de color, te diga lo que necesita para hacer su trabajo, escúchala, créele. Algún día te dará las gracias por permitirle ser exitosa gracias a su ambiente de trabajo y no a pesar de él" #Emmys#EmmyTNTpic.twitter.com/IVPITYPTEU
? RodrigoSaavedra (@Ro_SaavedraM) September 23, 2019
Y fue entonces cuando lanzó un potente mensaje de empoderamiento femenino aprovechado el importante micrófono que tenía delante y el gran altavoz a nivel mundial que es su propia voz y su propio nombre. "La próxima vez que una mujer (en especial una mujer de color, pues ella trabaja para conseguir 52 centavos frente al dólar que consiguen sus contrapartidas masculinas blancas) os diga lo que necesita para hacer su trabajo escuchadla, creedla, porque puede que un día esté de pie frente a vosotros y diga: 'Gracias por permitirla triunfar gracias a su trabajo y no a pesar del mismo' ".
En contra de la desigualdad salarial en la industria
Este discurso viene en el marco de la lucha iniciada hace ya un tiempo para conseguir igualdad salarian entre actores y actrices, sobre todo en papeles protagonista. De hecho la propia Michelle Williams fue víctima de esta desigualdad no hace mucho tiempo, en 2017, con la película 'Todo el dinero del mundo', de Ridley Scott. Tras el despido de Kevin Spacey por el escándalo en el que se había visto involucrado, la actriz junto con Mark Walhberg fueron contratados para rodar de nuevo algunas escenas. El problema vino cuando se descubrió lo que había cobrado cada uno de ellos por este trabajo ya que Plummer había recibido 1,5 millones de dólares mientras que Williams tan solo mil dólares.