Amador Mohedano, manager y hermano de la intérprete de 'Como una ola', fue uno de los primeros en saltar a la fama, ofreciendo puntuales entrevistas en algunos programas de televisión. Su hija, Chayo, que por aquel entonces no debía tener previsto dedicar su vida a la música también hizo sus pinitos en Telecinco, llegando a participar incluso en una edición VIP de 'Gran Hermano'. Pero, sin duda, el caso más llamativo es el de Rosa Benito, que todavía hoy es una de las colaboradoras de la cadena. Recientemente, se han sumado Rocío Flores y Gloria Camila, que también se han hecho un hueco mediático gracias a su relación familiar con Rocío Jurado.
Amador, el primero en saltar a la fama
Pesa a lo que muchas veces se ha dicho, el ascenso mediático de los Mohedano no se produjo tras el fallecimiento de Rocío Jurado, sino que comenzó con anterioridad, cuando la cantante todavía estaba viva. Sin ir más lejos, en octubre de 2004, mientras la chipionera se sometía a su tratamiento en Houston, su hermano y manager ofrecía su primera entrevista en solitario en televisión. Amador Mohedano se sentó en el plató de 'Día a día' para hablar de cómo estaban afrontando la enfermedad de su hermana. "Si mi madre no hubiera estado enferma, esto no hubiera ocurrido", confesó Rocío Carrasco después de ver parte de la entrevista.
Chayo Mohedano también ha vivido de Telecinco
Chayo Mohedano hoy en día está dedicada a la música, como así siempre defiende su madre, pero durante años participó activamente en diversos formatos de televisión. En el sexto capítulo de 'En el nombre de Rocío', los espectadores recordaron su trabajo como reportera en 'A tu lado', llegando incluso a entrevistar a la propia Rocío Jurado en una ocasión cuando la cantante ya está en proceso de tratarse su cáncer. Sin duda, la prima de Rocío Carrasco también se sumó al carro, aunque ahora reniegue de la mano que un día le dio de comer.
Rosa Benito, de peluquera a colaboradora
El caso más llamativo de todos es el de Rosa Benito. Desembarcó en enero de 2005 en el club social de 'El programa de AR' con la intención de ejercer de defensora de su hija, que por aquel entonces era concursante de 'GH VIP 2'. Sin embargo, pronto su papel en el programa líder de las mañanas se fue intensificando hasta convertirse en un eslabón fundamental. "Ellos veían que su fuente de ingresos se secaba, o bien de manera momentánea porque se estaba tratando o bien porque ellos pensasen que se iba a secar definitivamente. Tenían que asegurarse la forma de vivir y por eso dije que el final de una dio paso al principio de muchos", comentaba Rocío Carrasco al respecto de su tía.
Tal fue el protagonismo que alcanzó la cuñadísima que llegó a dejar de lado su trabajo como peluquera de Rocío Jurado. Estando la cantante enferma, tuvo que recurrir a Conchi, hermana de José Ortega Cano, para que le arreglase el pelo, ya que Rosa Benito le respondió que "Rocío, cómo voy a ir a teñirte si ahora me peinan a mí". Sin duda, con este desplante había nacido un personaje que todavía tenía mucho que aportar a Telecinco: disputas con su marido, su separación pública, un intento de suicido desvelado en 'Deluxe' y hasta su participación y victoria en 'Supervivientes'. Sin embargo, de no haber sido 'la cuñada de', nada de esto hubiera acontecido. A día de hoy, Rosa sigue cobrando de la cadena.
Gloria Camila y Rocío Flores, las últimas en sumarse
A diferencia de otras familias mediáticas, como los Flores, los Mohedano no han sabido esquivar el mundo de los reality show y, haciendo el uso del nombre de la matriarca, Rocío Jurado, muchos de sus integrantes se han convertido en verdaderos personajes de televisión. Hablamos de Gloria Camila Ortega y Rocío Flores, hija y nieta, respectivamente, de 'la más grande'. Ambas han participado en 'Supervivientes' y también las dos han terminado trabajando como colaboradoras en programas de Telecinco.
Por mucho que renieguen, Gloria Camila y Rocío Flores, de no ser familiares de la cantante, posiblemente no estarían en nómina de la cadena. Aunque en muchas ocasiones se nieguen a hablar de su vida privada, están abocadas a hacerlo si desean seguir cobrando, al igual que le ha ocurrido a Rosa Benito o Amador Mohedano. Lo único que interesa a productoras y espectadores son sus vivencias personales, no la opinión que puedan tener de otros temas de la prensa del corazón. Con su actitud, ambas jóvenes olvidan que son colaboradoras, no periodistas de carrera con derecho a exigir.