El pasado martes 13 ambos se dejaban ver por Madrid haciendo cada uno sus cosas. Por un lado, el que fuera marido de Rocío Jurado acudía primera a la peluquería en compañía de su hermana Conchi Ortega -la enemiga número uno de Ana María Aldón dentro de la familia- para luego por la tarde acudir a un chequeo médico al hospital en compañía de su cuñado. Mientras tanto, la diseñadora hacía los recados por su cuenta y, al parecer, sin tener conocimiento de qué estaba haciendo su marido.
Al menos eso podía interpretarse por el gesto extraño que puso al escuchar a la reportera preguntarle por esta visita del torero al hospital y de su sonada ausencia acompañándolo como de costumbre. "Pues será rutinario", reconocía Aldón con total desconocimiento: "Yo le he llevado muchas veces. No le llevo porque no le hace falta que le lleve, lo llevaré", añadía. Ya luego por la tarde parecía que la también colaboradora se había puesto al tanto y reconocía ante la cámara que se había tratado de una visita para "sacarse sangre".
El mensaje de Kiko Jiménez que podría acabar con todo
Posteriormente, el reportero que se encontraba a las puertas del hogar familiar de los Ortega Aldón aseguró que había visto a la diseñadora entrar en casa y que, pese a no cruzar palabras con ella, sus gestos lo decían todo: "Me ha parecido que está totalmente abatida, está sin fuerzas y no me extrañaría que tomase una decisión y que esto fuera la gota que colmó el vaso", aseguraba este.