La concursante ha reflexionado junto a sus compañeros de reality cómo se enfrenta a este nuevo corte de pelo tan radical.
Ya se sabe que en 'Supervivientes' lo más importante es la comida y que, por un trozo de comida son capaces de cualquier cosa. Esto es lo que le ha pasado a María Jesús Ruiz, a la que le pusieron una prueba bastante radical para darle de comer, en principio, tres bocadillos de calamares. La modelo tenía que aceptar raparse la cabeza a cambio de poderse comer esos bocadillos, como en su día le ocurrió a Iván González y quien aceptó no de muy buen grado. Sin embargo, María Jesús Ruiz fue todavía un poco más lista y decidió pedir a cambio de quedarse sin si pelo: tres pollos repartidos en tres días diferentes con patatas y de postre una tarta de chocolate, otro día.
Finalmente el programa aceptó y ella se lanzó a raparse la cabeza. Lo cierto es que María Jesús Ruiz está muy favorecida, teniendo en cuenta lo difícil que es aguantar un corte de pelo de ese calibre. Tras la emoción y los nervios de la gala, la concursante reflexionó junto a sus compañeros sobre el corte de pelo: "Estoy muy rapada ¿verdad? Tengo una chispa de pelo".
Le ha dado algo de pena
Antes de tomar la decisión de raparse la cabeza, María Jesús Ruiz aseguraba que no quería porque tenía la boda con Julio Ruz muy cerca. Finalmente accedió y, ahora, se muestra un poco arrepentida con la decisión: "Cada mechón que se me caía era como parte de mi vida, porque la ilusión mía era que me creciera para la boda. Entonces ahora pues imaginate", comentaba para las cámaras de la isla.