Desde su llegada a Villa Montaña, la atracción entre Marina y el tentador Isaac es más que evidente. Ella no duda en reconocerlo y hasta a su chico Jesús es el tentador que más le preocupa desde que le vio. Pero lo que este no esperaba es que la cosa fuera a más tan rápidamente.
"Noto que nos buscamos mucho, nos buscamos con la mirada. Es como que queremos estar juntos, más de lo que podemos. Hay cosas que no las puedo remediar, que me toqué y me ponga tonta, no lo puedo remediar. Cuando estoy con él me siento cómo una reina", ha contado Marina a sus compañeros de villa, teniendo el presagio de que " mi vida va a cambiar de forma radical ".
Esas sensaciones en forma de palabras quedaron más que evidentes durante una noche de fiesta en la que Marina e Isaac se animaron a juguetear con un hielo que se intercambiaban mientras todos alrededor contaban el tiempo que sus bocas pasaban tan cerquita. Unas imágenes que hicieron saltar la alarma de la tentación y que Jesús ha visto durante la primera hoguera a la que han acudido los chicos.
Jesús: "No se merece ni que llore"
" Para mí esto es un antes y un después, literalmente. No voy a llorar porque ni se lo merece. Por dentro hay un puñal hundido pero no se lo merece. No se merece de mí nada. ¿Tú sabes lo que significa la palabra 'nada'? Si quiere que la busque en la Real Academia Española: nada. Es una falta de respeto para mí, para mi familia, su familia y para una cosa que ha construido cinco años y se ha esfumado en dos días ", decía muy serio conteniéndose.
Jesús se fue muy tocado tras esta primera hoguera y ahora solo le queda esperar para saber cómo seguirá avanzando la 'historia' de Marina e Isaac y si su chica decidirá dar un paso más y pasar de los juegos a la vista de todos sus compañeros de villa a algo más privado e íntimo...