Irene Rosales, colaboradora del programa de Telecinco 'Viva la vida' ha decidido dejar su trabajo en la televisión. Esta decisión se produce tras haber pasado un año muy malo, después de la muerte de sus padres y de los problemas de Kiko Rivera, su marido, con su familia, ve que no puede más y ahora mismo se encuentra en una situación de gran estrés. Su resolución parece que es irrevocable y, por supuesto, ha recibido el apoyo total de su pareja.
Su amiga Anabel Pantoja, y prima de su marido se ha sentido apenada por esta noticia, no cree que deba dejar la televisión, y por tanto su trabajo, por un conflicto que no es el suyo. Ella ha dicho: "Muchas veces que he estado aquí y he tenido ese problema, me desahogaba con ella, la decía que me iba y ella siempre me decía que no dejase mi puesto de trabajo, que tenía que labrarme un futuro... yo a ella ahora le doy el mismo consejo, tiene que seguir trabajando, en un programa que está muy bien, unos compañeros que la quieren mucho. Me da pena que ella tenga que abandonar eso por un conflicto familiar que no es el suyo. Yo creo que esto a lo mejor es un descanso, que necesita, pero ella tiene que volver y seguir trabajando".
Con todo su pesar, Irene Rosales deja la televisión, pues le afectan directamente los problemas de su marido. Se siente la cabeza de turco de la situación de Kiko Rivera e Isabel Pantoja. Prefiere apartarse, porque como ella dice, siempre apoyará a su marido pero no quiere más conflictos. Afirma estar orgullosa de sus compañeros de trabajo, de los que siempre ha hablado maravillas, así mismo, Emma García, presentadora del programa, le ha dejado la puerta abierta en septiembre.
El enfrentamiento entre Kiko Rivera y su madre
Cuando Kiko Rivera era menor de edad, era su madre, Isabel Pantoja, junto con su hermano, los que gestionaban la futura herencia del Dj. Consistía, en una gran cantidad de bienes y un patrimonio de gran valor. Pero por las diversas acciones de su administradora, esta gran cantidad de dinero, ha terminado desapareciendo, dejando a arruinado a su hijo y con bastantes deudas.
Destapada esta trama a finales de 2020, Kiko Rivera, también acusa a su madre, de estafarle no solo con el legado de Paquirri, también de hacerle firmar unos papeles donde se hipotecaba Cantora, la finca donde reside Isabel Pantoja. De esta manera, Kiko Rivera quiere vender su parte de la casa para no tener que pagar al banco lo que corresponde.