Puede que el 2019 no empiece con buen pie para Raquel Bollo después de que se haya tenido que enfrentar a unas condiciones laborales que no la favorecen en absoluto. La colaboradora volvió a 'Sálvame' en noviembre de 2018 después de una etapa retirada de la pequeña pantalla, y en ese momento tenía pactado con la cadena que cobraría 600 euros por cada aparición, aunque sin concretar cuántos días a la semana acudiría al plató.
Desde que murió su expareja, Chiquetete, la colaboradora está más presente en el espacio, algo que le ha venido muy bien, sin embargo, según detalla Jaleos, su sueldo ya era bastante inferior al de otros colaboradores, y ahora más aún. Por lo que cuenta dicho medio, su sueldo son 560 euros por programa, una cantidad alta para cualquier ciudadano de a pie, pero no para ella comparada con el resto de sus compañeros.
Su caché es bastante bajo, y es algo que se une a sus problemas económicos. En estos momentos Raquel Bollo necesita más que nunca trabajar y tener estabilidad en su vida, sobre todo económica, ya que arrastra importantes deudas con Hacienda y con algunas personas de su pasado.
Fiasco tras fiasco
De hecho, sus ingresos están embargados hasta que salde todas sus deudas. A sus problemas con Hacienda se suman los 30.000 euros que le debe a la representante Pepa Caballero, tras haber perdido los tres juicios contra ella, y bueno, la inestabilidad porque su permanencia en 'Sálvame' pende de un hilo. 2018 no ha sido un año fácil para ella, porque en febrero tuvo que cerrar su tienda de ropa en Sevilla porque las cuentas no le salían.