La colaboradora de 'Sálvame' se convirtió en la novena expulsada de la cuarta edición de 'Gran Hermano VIP' con más del 51,6% de los votos frente a Carlos Lozano y Alejandro Nieto.
La undécima gala de 'Gran Hermano VIP 4' llegó cargada de sorpresas para los ocho concursantes de la casa, puesto que era la noche de visita por parte de sus familiares. Sin embargo, entre tanta emoción, los tres nominados también tenían que hacer frente a la que sería su última noche en la casa de Guadalix de la Sierra después de más de dos meses de convivencia.
A diferencia de otras semanas, parece que la audiencia ha tenido claro a quien expulsar desde el primer momento ya que es una de las pocas veces que no sólo no se ha producido 'sorpasso' en los porcentajes, sino que además éstos se han mantenido desde que comenzasen a mostrarse los resultados de las votaciones.Y si en 'GH VIP: El Debate' los nominados se repartían los votos en un 61, 26 y 13 por ciento de los votos y en términos similares se establecieron a lo largo de toda la semana, quedando con un 53,6% para el más votado y tan sólo un 9,6% para el concursante salvado, aunque el segundo también quedaba lejos con un 36,8% al inicio de la gala.
Estando así los porcentajes ciegos y tras recibir la emotiva visita de sus familiares, Carlos Lozano, Raquel Bollo y Alejandro Nieto esperaban ansiosos conocer el resultado de la audiencia desde la sala de expulsiones, donde Jordi González iba a comunicarles el nombre del noveno expulsado de la cuarta edición 'Gran Hermano VIP', que finalmente fue Raquel Bollo.Laura Matamoros se queda sin su ganadora
"A pesar de los pesares, esto es un concurso", le dijo Carlos Lozano a la colaboradora de 'Sálvame', con quien ha mantenido los conflictos más sonados de la edición. "Me da pena y me da rabia", dijo Alejandro Nieto, responsable de la primera nominación de la colaboradora al darle los tres puntos y otros tres puntos extra el pasado jueves.
"Remordimiento ninguno, a lo hecho pecho, no pasa nada. Cuidad a Laura", dijo Raquel Bollo a Alejandro antes de abandonar la sala de expulsiones, puesto que, con su salida, Laura Matamoros se queda sin su mayor apoyo dentro de la casa. Así, como era de esperar, la hija de Kiko Matamoros se quedó muy afectada, pero Carlos Lozano la tranquilizó al contarle que se fue muy feliz de la casa tras la visita de su hijo y de su madre.