El concursante tardó mucho en decidirse entre la rapada o los tres bocadillos de calamares. Finalmente el hambre pudo con todo, e Iván aceptó raparse el pelo y despedirse de su querido tupé, al que tanto cuida. En la isla confesaba su preocupación ante este acontecimiento: "Tengo mucha frente".
También ha protagonizado un momento bastante surrealista al hablar con su propio tupé mientras disfrutaba de uno de los tres bocadillos apartado de sus compañeros: "La verdad, tupé, hablo contigo y no me contestas. Solo me contestan los pensamientos. Que poquito nos queda".
Adiós al pelo
Iván se ha enfrentado a su miedo en la gala de 'Supervivientes' y ha sido Juan Miguel, como buen peluquero, el que se ha encargado de cortarle el pelo. El superviviente se ha mostrado bastante nervioso sobre todo cuando su compañero metía la tijera en el tupé pero después ya se ha dejado llevar mientras estaba Juan Miguel con la maquinilla. La reacción del joven al tocarse su cabeza rapada ha sido: "Parece que me estoy tocando el bello púbico". La carcajada por sus palabras ha sido monumental.