"No hay ninguna diferencia entre amar a un hombre que a una mujer", confesaba el coreógrafo a la presentadora. Reconocía que todo es cuestión de prejuicios sociales y que solo hay que atreverse a ver más allá del físico que se tiene delante. Además, quiso alardear durante todo el programa de cómo le habían educado en casa: "En mi casa no había armarios. Siempre nos educaron en la tolerancia y con mucho amor".
También ha reconocido que se ha casado hasta en cuatro ocasiones: una con un chico, aunque no tuvieran los papeles para convertirse en una pareja de hecho, y otras tres con mujeres. De su matrimonio con Yolanda Jiménez son fruto sus dos hijos León y Dante que se han convertido en su mayor felicidad. Pero a pesar de todo, la fidelidad no es su fuerte: "Quien está conmigo sabe que la pileta la voy a volcar rápidamente", aseguraba Amargo a Berdún.
Los grandes años
Rafael Amargo ha reconocido que ahora se encuentra más centrado, que ya no es el chico alocado que era antes. "Soy un tío muy legal", le decía a Berdún. "Todo lo que hago lo hago con mucha cabeza y centrado cien por cien", concluía. Con estas afirmaciones el bailarín quiso aclarar que había cortado con su vida más alocada: "He vivido muchas cosas, pero de los 25 a los 38 años he vivido las más intensas. Fueron más que años locos: fueron años de cosas increíbles".