Mora confesó algunos aspectos sorprendentes sobre su infancia y quedó al descubierto que siempre había sido un chico mimado: "Me han criado entre algodones. Mi abuela me llevaba en brazos al colegio hasta los ocho años, y me limpiaron el culo hasta los once". Del mismo modo, recalca que la necesidad de mostrarse fuerte y "machote" le viene desde pequeño, pero señala que "en el fondo no es así" y que por dentro es un hombre sensible, con miedos, inquietudes y complejos.
El tertuliano se desmoronó cuando recordó a su tío Jesús, un "ídolo" para él cuando era pequeño. Al parecer, Mora tenía entonces unas ambiciones muy distintas a las de ahora: quería ser pastor y cuidar ovejas, como su tío, pero el destino le tenía preparado un amargo revés: "La vida me lo arrebató y me volví un chico rebelde". El tertuliano afirma que la muerte de su modelo a seguir fue el desencadenante para que empezara a meterse "en algún que otro lío" y a partir de ese momento pasó de ser "un niño súper inocente y muy bueno" al chico malo que conocemos hoy.
Se avecinan cambios
De este modo, Rafa Mora ha reconocido que no se muestra tal y cómo es ante sus compañeros porque siempre va cargando con una coraza, y considera que ese miedo a mostrar sus sentimientos es la principal causa de la enemistad con sus colegas de trabajo: "No he permitido que ellos me conozcan realmente y tampoco es fácil tratar con alguien que no conoces". Cristina Soria le ha recordado que las personas siempre reciben lo que dan, por lo que ha recomendado al tertuliano que comience a brindar más "amor y sinceridad" al resto del equipo de 'Sálvame', algo a lo que él se ha comprometido: "Intentaré ser tal y cómo soy y dejar de lado esa coraza para empezar a partir de cero"... ¿Se avecina una nueva era de paz y armonía en el espacio de Telecinco? Solo el tiempo lo dirá.