La periodista tuvo que ser atendida por el equipo médico en plena noche tras una broma de Adara y Frigenti. Al ver las imágenes volvió a sufrir otro ataque de ansiedad.
Isabel Rábago ha vivido las últimas horas dentro de la casa de 'Secret Story' muy mal. La periodista fue el objetivo de una broma nocturna de Adara y Miguel Frigenti que la dejó muy tocada, hasta el punto de que tuvo que recibir asistencia médica al sufrir un ataque de ansiedad y pánico.La ganadora de 'GH VIP 7' empezó a pensar un día más en qué broma podrían gastar y a quién. En un primer momento se decantó por Luis Rollán, pero al ver que no estaba en su cama, decidió coger un muñeco y, junto a Frigenti, asustar a la periodista de 'Ya es mediodía' con un grito mientras dormía.
Rábago se sobresaltó mucho y, tras reprochar su actitud a sus compañeros, acudió al cubo con un ataque de pánico y de ansiedad, preguntándose qué les ha hecho ella para merecer tener que vivir algo así. Rápidamente fue arropada por sus compañeros y atendida por el equipo médico del reality.
Adara: "Si llego a saber lo que desencadena no lo hago"
Horas después, durante la gala en la que la periodista resultó ser la expulsada, el programa puso en el salón las imágenes de la noche anterior y Rábago, al verlas, no pudo evitar revivir lo que había sentido, sufriendo un nuevo ataque de ansiedad. Luis Rollán la acompañó al cubo para que fuera atendida, mientras que Cristina Porta y Luca reprochaban su actitud a Adara y Frigenti: "No quieren pedir perdón y están todo el rato provocando, ¿una persona adulta hace eso? Se sabe que tiene este problema, esto no es una broma, es intentar hacer daño a una persona que sufre".
En ese momento Adara aseguró que, de haber sabido lo que iba a pasar, no le habría hecho la broma, considerando también que todo era muy exagerado: "Fue una broma sin más. Es una chorrada, es un muñeco que ella ni se asusta, creo que tiene un montón de tensión del programa que tiene acumulada. Si llego a saber que esa broma desencadena en eso esto por supuesto que no lo hago". Frigenti, por su parte, no tuvo problema en pedir perdón por lo que estaba ocurriendo pero advirtiendo de que esa broma no tiene nada que ver con el estado anímico de su compañera: "No se me caen los anillos en pedir disculpas, pero no se nos puede hacer responsables de que una persona esté mal".