Con apenas 13 años Quim Gutierrez empezó su carrera en el mundo de la interpretación protagonizando una serie en TV3, 'Poblenou'. En palabras del propio actor durante su visita a 'La Resistencia', fue algo "agobiante" porque esta producción "fue así uno de los primero fenómenos" de la televisión y empezó a sufrir las consecuencias de la fama a una edad muy temprana. Pero no solo las consecuencias al uso como que la gente lo parase por la calle para pedirle autógrafos, sino que incluso algunos chicos de su edad querían pegarle. "Porque era un niño simpático", reconocía el propio Quim Gutierrez.
Pese a que el actor le reconoce a David Broncano que es "bastante pacífico" también es consciente de su "mala gestión del pronto", algo que le ocurre desde siempre. Así que durante aquella complicada etapa donde la gente se le acercaba para pegarle, acabo pagando con la misma moneda. " Me querían pegar por la calle y a uno le di ", confesaba. Aunque podría ser perfectamente un acto de valentía y autodefensa por parte del actor y que en una película de ficción terminase de forma épica, a Quim Gutiérrez le salió mucho peor y aquello terminó en pelea. " Él me dio una, yo le di otra, y él dio la tercera. Acabé en el suelo ", y reconoce: "Luego practiqué la carrera".
Los secretos nunca confesados de Quim Gutierrez en la cama
Pero la entrevista del conocido actor no solo regalo este gran momento, sino que una pequeña explicación sobre el argumento de la película de la que está haciendo promoción, 'Ventajas de viajar en tren', acabó derivando en otra historia surrealista con el sexo como centro de todo. Gutiérrez explica que su personaje en la gran pantalla tiene una filia con los perros y les pide a sus parejas que giman de forma aguda (como si fuese un alarido) mientras mantienen relaciones.
"Es verdad que hay que folla un poco animalesco, ¿eh? ¿Te ha pasado alguna vez? ¿Te has llevado alguna sorpresa?", le preguntaba Broncano, a lo que este le sorprendió con un término hasta ahora desconocido, al menos para el presentador: " El grito japonesa ", una forma muy específica de gemir y que no dudó en imitar él mismo. Tras esto, explicó su conocimiento directo de este aunque reconoce que fue más "japonesa desacompasada", y explicó: " Si el rito era este [mientras daba palmadas], el gemido en vez de ir a la vez, va descompasado ", provocando la risa del público.
"Igual iba a contratiempo como si fuesen soleras. Una japonesa muy flamenca que te iba doblando los pollazos ", apuntó el presentador. "Iba sincompada. Igual también iba dopada, pero sobre todo sincopada. Se lo tenía que haber dicho", reconocía. Pero la cosa no acabó ahí sino que Gutiérrez acabó reconociendo también que en la cama le gustaba oler a sus parejas, algo que dejó todavía más atónitos al público y presentador. "¿A nadie le gusta? Oler, limpio... o sea, una mezcla de perfume y sudor", intentó explicar.