El pasado 21 de septiembre de 2020 daba comienzo la temporada 18 en el peor momento tanto para el programa como para la propia Ellen Degeneres. El programa volvía a la antena estadounidenses tras una sonada polémica meses atrás después de que varios trabajadores y extrabajadores e incluso invitados denunciasen públicamente un ambiente tóxico, abuso de poder e incluso casos hacia ellos por parte de la propia presentadora y otros directos.
Tras una sonada polémica
En este monólogo anunciaba también que se habían tomado las medidas pertinentes para que ese ambiente tóxico denunciado por los trabajadores deja de existir: "Hemos hecho todos los cambios necesarios y hoy empezamos un nuevo capítulo", reconocía. Esta decisión se saldó con el despido de tres productores del programa -Ed Glavin, Kevin Leman y Jonathan Norman-, quienes habían sido denunciados directamente por acoso sexual por parte de varios trabajadores.
Unos cambios y un 'mea culpa' público que, en cambio, no pareció ser suficiente para la audiencia que castigó al programa de forma directa. Si bien el arranque de la propia temporada fue el más visto en la historia del programa (posiblemente motivado por las esperadas palabras de la presentadora), posteriormente el resto de emisiones fueron cayendo hasta el 43% en datos de audiencia situándose así por debajo de los 3 millones de telespectadores.