Nadie sabía que era lo que le sucedía al colaborador y era David Valldeperas el encargado de explicar lo que vivió con él el día anterior: "Me llama a las 11:30 y me dice que se ha levantado fatal, que no se podía mover. Yo pensé que me estaba haciendo la milonga para que le diera el día libre", relataba con humor. El director del programa le pedía por favor que acudiera esa tarde porque le necesitaba por unos unos temas y este accedía.
Sin embargo, el propio Valldeperas aseguraba que le vieron con el rostro bastante desencajado y fue entonces cuando se dio cuenta que le decía la verdad. Precisamente por esto, y aunque haya accedido a volver a trabajar en la tarde del 30 de diciembre, Kiko Hernández lo hacía en silla de ruedas, puesto que estaba teniendo unos dolores muy fuertes de espalda: "Lumbalgia", revelaba el colaborador.
Dolores imposibles
Como en 'Sálvame' todo se hace con humor, era Carlota Corredera la que le llevaba al centro del plató en su silla y la imagen era cuanto menos cómica. Además, le habían preparado un fisioterapeuta y una camilla para que le paliara un poco los dolores. Kiko Hernández no podía contener la risa y decía: "Cada vez que me río me pega unos ataques y unos tirones que me muero". ¡Mejórate, Kiko!