Un momento de lo más emocionante se ha vivido en el plató de 'Pasapalabra'. Almudena Cid ha vuelto a convertirse en una de las invitadas del concurso de Telecinco, lugar en el que conoció a Christian Gálvez y surgió el amor. Ha sido allí donde sin ningún tipo de pudor ha querido dedicar unas preciosas palabras de apoyo hacia su marido después de que haya sido acusado de intrusismo por sus estudios sobre Leonardo Da Vinci, a pesar de no ser Historiador del Arte.
La ahora también actriz se ha levantado de su asiento para mirarle a los ojos y darle las gracias por lo que significa para ella, diciendo: "Sé que estas cosas no te gustan nada, pero quería hacerlo delante de tu audiencia y mirándote a la cara. Quiero darte las gracias. Siempre he dicho que después de mi carrera deportiva tú no me podías ayudar y que era algo que tenía que transitar y trabajar yo misma. Gracias a las personas que de forma tan injusta te han tratado me he dado cuenta de que has hecho algo muy importante para mí al tenerte como ejemplo en casa. La pasión, la curiosidad, tu investigación y el tiempo que dedicas a Leonardo (da Vinci) me hicieron ver que podía escoger otra profesión que no estuviera que ver con el mundo del deporte exclusivamente sin tener una mirada crítica y que juzgase el que yo quisiera escoger otro camino".
Y sus palabras no terminan ahí, porque continuó diciendo con los ojos más que llorosos: "Eso me lo has enseñado tú indirectamente y creo que como a mí, a mucha gente que está en su casa que igual ha perdido el trabajo y tiene una nueva pasión por la que ilusionarse o a alguien que de repente la descubre y le da la vida. Existen otros caminos, disciplinas que podemos elegir nosotros mismos. Muchas gracias". Sin poder contener las lágrimas le ha mirado con mucha intensidad para fundirse en un increíble beso con abrazo incluido. Por otro lado, ha terminado diciéndole 'te quiero', se ha quedado sin palabras.
El intruso de su corazón
Los aplausos de los presentes no pararon de sucederse, y él no sabía muy bien qué decir. Cuando ya estaban más o menos recompuestos, ha concluido de una manera muy especial: "Si para que esto ocurra en mi vida, algunos me tienen que llamar el resto de mi vida como un intruso, bienvenidos sean. Intruso en primer lugar en su corazón".