Fue durante la visita de Vicente del Bosque cuando contó lo que le había pasado después de que experimentara con un mechero y una camiseta: "El caso es que estaba un día en una habitación de un hotel, de estos días que trabajas hasta las cinco de la tarde y tienes toda la tarde en el hotel sin hacer nada. Y tenía un mechero y camisetas. Y dije: '¿Y si empiezo a quemar las camisetas para darle un rollo zombie que se lleva ahora o esos agujeros que las ves en la tiendas carísimas?".
Cuando estaba manos a la obra, pensó: "Voy a probar con el mechero a ver qué pasa". Rápidamente una de las camisetas comenzó a prender y lo que quería era conseguir un toque guay, aunque en medio del humo de la habitación comenzó a marearse. Cuando sintió que su salud corría peligro, fue a abrir las ventanas, pero en el hotel vio que las ventanas no se podían abrir y no había suficiente ventilación. "Puedes morir intoxicada, como es casi mi caso", decía.
Un momento angustioso
"Me puse a hacer esto y al rato me empecé a sentir mal. Claro, me había intoxicado", añadía. Después de todo esto tuvo que ir al hospital, y contó cómo fue atendida: "Tuve que explicar lo que estaba haciendo. Me miraron como si fuera una loca".