Un nuevo episodio de 'Cantora: Herencia envenenada' ha sacado a la luz otros muchos secretos en torno a Isabel Pantoja y la famosa finca que un día perteneció a Paquirri. Y si alguien conoce las intimidades de Cantora esa es Pepi Valladares, extrabajadora de la tonadillera, quien también fue su mano derecha y confidente durante muchos años.
Fruto de esta estrecha relación, Valladares contó en 'Sábado Deluxe' algunos datos hasta ahora desconocido de la relación de Isabel Pantoja con Julián Muñoz, el otro gran amor de su vida además de Paquirri. La invitada aseguró que la historia de amor entre ellos comenzó mucho antes de lo que se contó por aquel entonces, remontándose incluso a comienzos de 2002 -se había dicho siempre que esta relación se había iniciado en la primavera de 2003-.
Valladares aseguró que, contrario a lo que siempre se había creído que Paquirri fue el amor de la vida de la Pantoja, lo cierto es que lo que la tonadillera decía en la intimidad era muy diferente: " Ella me dijo en la cocina de Marbella: 'Me he enamorado de Julián como estaba de Paco', palabras textuales. Y eso fue al principio", aseguró. Un amor tan profundo que nunca llegó a creerse el propio ex Alcalde de Marbella: " A mí luego Julián me decía que ella se había enamorado del poder y la comodidad ".
Fue entonces cuando Antonio Rossi hizo la pregunta que dejaría al resto de colaboradores sin palabras: ¿Habían intentado Julián Muñoz e Isabel Pantoja tener un hijo durante su relación? Una cuestión a la que la invitada respondió de forma afirmativa. Pero fue entonces cuando la extrabajadora de Cantora empezó a querer dejar a un lado este tema al entrar los colaboradores en preguntas más íntimas aún.
La otra gran pregunta sin respuesta clara
¿Se habían quedado por aquel entonces la Pantoja embarazada? Valladares respondió a esta cuestión de la siguiente manera: " Yo no lo sé, pero si hubiera ocurrido lo hubiera compartido conmigo", decía mientras una sonrisa se le dibujaba en la cara. La actitud de la entrevistada empezó a hacer sospechar mucho a los colaboradores quienes que creían que muchas cosas se escondían detrás de esa expresión. Por este mismo motivo le propusieron responder de nuevo a esa pregunta sometiéndose al polígrafo de Conchita, una propuesta que rechazó rápidamente: "No me haría esa pregunta, no por miedo. Nosotras teníamos la complicidad de contarnos cosas muy íntimas y hay cosas que no contaría ".