Aunque ahora Pepe Rodríguez es un reconocido cocinero, sus inicios fueron como camarero ayudando a sus padres en un restaurante de la familia. 'El Bohío' es el negocio familiar en el que el cocinero empezó sus andadas y un día pasó de ser camarero a estar en las cocinas, algo que le gustaba mucho más. El restaurante, que se encuentra en Illescas, en Toledo, tiene tanto éxito que en 1999 recibió una estrella Michelin.
Pepe Rodríguez y Carlos Sobera | TelecincoPepe Rodríguez fue el invitado del último programa de 'El musical de tu vida' y allí contó que a su restaurante han ido distintas personas famosas. Aunque aseguró que no es tan complicado conseguir una mesa para cenar, lo cierto es que recibió una llamada de un cliente muy especial que no pudo acudir ese día a 'El Bohío' porque estaba muy lleno.
El Rey Juan Carlos llama al restaurante
La anécdota comenzó cuando un día en plenas fiestas de Illescas, recibió una llamada de una persona que decía ser el Rey y que quería una reserva. "Yo no me lo creo. Contesto a la llamada y me dice que quiere una mesa para dos y para hoy. Yo creyendo que era Carlos Latre haciéndome una broma para la radio o así, le digo que no puede ser, que estamos llenos", empezó a contar el cocinero.
Pepe Rodríguez en 'El musical de tu vida' | TelecincoPoco después de que cuelguen la llamada, Pepe Rodríguez vuele a recibir otra, pero esta vez con un tono más enfadado y de otra persona. Se trataba de Rafael Ansón, expresidente de la Real Academia Española de Gastronomía: " ¡Cómo no le das de comer al Rey Juan Carlos! ". Fue entonces cuando se dio cuenta que no se trataba de su amigo Carlos Latre, sino que la persona que había llamado para conseguir una mesa había sido el Rey Juan Carlos.
Todo quedó como una anécdota, pero como las noticias vuelan, un día le pasó algo que no se esperaba. El cocinero dijo que fue al banco a arreglar unos papeles y que un señor le dijo: " ¿Es verdad que no le diste mesa al Rey? ". A lo que él respondió que sí era cierto y el señor añadió que le parecía "muy bien".
