"Estoy harta de que nos utilicen como portadas, eso es muy machista. ¡Que se acabe ya!", decía la presentadora visiblemente enfadada: "Es utilizar el cuerpo de una mujer como un objeto. Vivimos en una sociedad en la que parece que lo único que importa es estar fantástica". Un hecho que tenía constancia que coarta la libertad de muchas mujeres a la hora de vivir su vida privada: "Luego conozco a compañeras mías que les da vergüenza ponerse en bikini. Dejadnos vivir tranquilas, yo no vivo de estar buena. Tenemos que seguir avanzando".
Una opinión que algunos de sus compañeros compartían con ella, en cambio otros no. Pero el enfado de la también actriz parecía venir motivado por algo más que unas fotografías suyas en alguna revista y finalmente lo acabó confesando delante de la cámara. "A mí me han hecho el daño más grande del mundo", decía ya emocionada ante un silencio sepulcral por parte del resto de colaboradores presentes en plató.
"A mí me han hecho el daño más grande del mundo"
Unas palabras cargadas de dolor y mucha rabia: "Es lo más ruin que se puede sacar (...) porque detrás está mi marido. Si tú tuvieras un poquito de amor no me haces esto, porque me tiré tres días llorando". Un arrebato de sinceridad que intentó calmarse mientras sus compañeros articulaban palabra. Fue la propia presentadora la que acabó disculpando sus duras palabras en el amor que tuvo y siempre tendrá por su fallecido marido: "¿Sabes que pasa? Que cuando una ama tanto no entiende que los otros no amen así y que se mueva por otros intereses".