Paz Padilla y Jesús Calleja se han embarcado en la África profunda, y en un paseo en barca ambos admiraban emocionados la vida de los habitantes del lugar, en un poblado donde no tienen de nada. La gaditana quedó perpleja por la felicidad de las gentes a pesar de la pobreza, y allí, en el principio de su viaje, ya se hizo una idea de lo que se iba a encontrar en esa aventura.
Los aventureros visitaron el hospital, especialmente la parte de maternidad, donde la humorista se emocionó al ver a los bebés recién nacidos. No tienen apenas recursos y la gaditana quedó alucinada por la fortaleza de las madres que acababan de dar a luz. Pero si esas tierras se caracterizan por algo es por su fe en el vudú, un ritual en el que Paz Padilla confesó que había pasado miedo, donde todos los objetos se movían sin ninguna explicación. Por ella, para que pueda cumplir su deseo, y para que una mujer del poblado sobreviva, los habitantes celebraron ese ritual.
En este viaje Jesús Calleja no ha desaprovechado la oportunidad de entrevistar a la gaditana, quien ha hablado sobre su familia y sobre su vida profesional. Paz Padilla hablaba de su familia con evidente emoción, pues se encuentra en un momento feliz por su matrimonio y por su hija. Además, ha hablado de la buena relación que mantienen su hija Anna y su marido, hasta tal punto que su hija ha decidido que cuando se case quiere que sea él quien le lleve del brazo. Por su parte, Padilla también ha establecido un increíble vínculo con la hija de 11 años de su marido. Una familia unida que pasa por su mejor momento. Y, quien sabe si el rito vudú funciona y consiguen ampliar la familia.
Visita Real
Paz Padilla se ganó a las gentes de Benín con su alegría y sus bailes, pero uno de los momentos más divertidos fue la visita al mismísimo Rey. La gaditana y Calleja acudieron al palacio de Su Majestad, pero no podían acudir de cualquier manera, sino con sus mejores galas. Por ello, un sastre les hizo unos trajes a medida típicos de la región. Acudieron a las oraciones al Rey y a una comida en el palacio. Todos se volcaron con los invitados, pues Benín no es una zona turística y los aventureros fueron el centro de atención.