No gana para pañuelos
En otra de las actuaciones del programa un guitarrista se subía al escenario para tocar 'Rabia dulce', una composición propia que hizo que la jurado volviera a derrumbarse. Mientras escuchaba la música con los ojos cerrados, las lágrimas volvieron a brotar una vez más. Pero no solo las suyas, también las de la gran parte de la mesa.
"Me cuesta hablar. Creo que eres un ser especial, o así me lo ha transmitido tu música", comenzaba con la voz entrecortada la presentadora. "A mí me ha llevado a mi infancia, me ha llevado a mi Cádiz, que lo echo mucho de menos, a la espuma blanca de mi mar, a la brisa marinera. Te quiero. Gracias. Felicidades". Terminaba contundente y emocionada. El programa está haciendo que todos los componentes del jurado se emocionen y expresen sus sentimientos en muchas ocasiones y todo gracias a los participantes que van a demostrar todo lo que valen a pesar de los miedos y nervios que eso pueda provocar, algo que los jueces valoran mucho.