Muchos comentarios ha suscitado la personalidad de la ganadora de 'Gran Hermano 15'. Paula tiene tanto seguidores como detractores, pero nadie puede negar que su actitud voluble, que puede pasar desde el comportamiento más infantil, e incluso cursi, hasta el más airado, es cuanto menos extraña. "Soy un poco bipolar, incluso un poco tripolar", se justificó la concursante en el plató de 'Sálvame Deluxe', donde acudió para hablar de su victoria, su difícil adolescencia y su mala relación con su madre.
Esta situación generó graves problemas con su madre, con la que ha vuelto a mantener el contacto tras su victoria en el programa después de solo haber hablado dos veces con ella en cinco años. "Fui yo la que decidí dar un cambio. Llamé a mi padre y le pregunté si me podía ir a vivir con él". Kiko Hernández apuntó a que el inicio de todos los problemas vino cuando su madre rehizo su vida con otro hombre, algo que no aceptó bien Paula, llegando incluso a pegarla. "Eso es mentira. Nunca le he puesto la mano encima... Nunca he llegado a la violencia con su familia".
Acabó llorando en una pausa publicitaria
La gota que colmó el vaso vino cuando María Patiño aseguró que podía desvelar que su madre estaba dispuesta a ir al plató a hablar mal de ella cuando estaba en la casa de Guadalix. Paula intentó no derrumbarse en directo, pero tras una pausa publicitaria, se aseguró que había llorado entre bastidores.