Mientras que Anabel Alonso capitaneaba los dos equipos, tanto el rojo como el azul, Montero desencadenó cierto tira y afloja con el jurado. La actriz no entendía por qué sus platos eran tan duramente criticados en la segunda cata de la noche, y no dudó en hacer saber lo que estaba pensando, diciendo: "Para mí rendirse es dejar de trabajar y no lo he hecho, es que no he parado".
Evidentemente fue una de las personas que acabó en la prueba de eliminación, y su actitud siguió desencantando tanto a Pepe Rodríguez como a Samantha Vallejo-Nágera y Jordi Cruz, los jurados por antonomasia.
Sin pelos en la lengua
Los jueces dijeron a la actriz que le faltaba un poco de humildad en la cocina, opinión que no le sentó nada bien, por lo que volvió a expresar cuál era su punto de vista al respecto, diciendo: "Creo que han sido excesivamente duros porque no creo que me falte humildad".