Como cada temporada, y más cuando vienen elecciones, Pablo Motos reúne en el programa 'El Hormiguero' a los líderes políticos. De hecho, fue el mismo presentador quien quiso explicar el motivo por el que Pablo Iglesias y Albert Rivera visitarían el programa durante la última semana de marzo. "Este programa no suele dedicarse a la política, salvo que haya algo relevante. Con unas elecciones tan cercanas, hemos pensado en que los líderes de los principales pasen por un horario de máxima audiencia para que nos cuenten qué piensan hacer, porque creemos que es algo que nos importa a todos", explicaba. Eso sí, también quiso dejar claro que ha invitado a todos y que Vox y PSOE han rechazado la invitación.
Pablo Iglesias cambiando pañales en 'El Hormiguero'El encargado de abrir estas visitas políticas al programa de Antena 3 ha sido el líder de Unidos Podemos, Pablo Iglesias. El político acaba de regresar de su baja por paternidad tras criar a sus hijos Leo y Manuel. Como era de esperar, Pablo Motos le preguntó por los pequeños: "Los hijos están muy bien, muy guapos, afortunadamente no han salido a mí ", bromeaba el político. Además, el 13 de marzo Irene Montero anunciaba que estaba de nuevo embarazada: "Ahora viene otra, que era buscada, pero acabó siendo una sorpresa maravillosa ", relataba Pablo Iglesias.
Hablando sobre bebés, Pablo Motos retó al político a hacer un mitin mientras cambiaba pañales. El líder de Unidos Podemos aceptó y, mientras cambiaba los pañales a unos muñecos, recordó lo duró que fueron los primeros momentos tras el nacimientos de los gemelos y que fueron los propios sanitarios de la seguridad social quienes les enseñaron las tareas fundamentales a la hora de cuidar a los pequeños. Trancas y Barrancas quisieron hacer de las suyas, pero el político actuó rápido. Las hormigas le preguntaron si llamaba a la portavoz del Parlamento de Unidos Podemos con un mote cariñoso y si él había engordado, pero Pablo Iglesias respondió con dos 'pasapalabra '.
Desde temas políticos hasta su chalé
Pero no todo se centró en la familia del político. Pablo Motos también le preguntó por ciertos temas que están a la orden del día en nuestra sociedad, como es el feminismo. "Creo que va a ocurrir en mi partido y en los otros, también en las empresas, quizás tarde o temprano haya una presentadora en 'El Hormiguero'. La femenización de los espacios es imparable ". Por consecuencia, el presentador le preguntó por el polémico cartel que anunciaba su regreso al trabajo: "Aquello fue una cagada cósmica. Lo vi después, pero no es excusa, porque soy el jefe del partido y tengo que asumir la responsabilidad. Esta polémica demuestra que el feminismo ha llegado para quedarse. Te dan una colleja, rectificas y sigues adelante".
Pablo Iglesias en 'El Hormiguero'Otro de los temas que salió a relucir fue la relación que mantiene con Iñigo Errejón tras su partida: "Fue un tema desagradable, duro, pero creo que tenemos que hacernos mayorcitos. Él tiene ahora otro partido con el que tenemos muchas cosas en común. Nuestro enemigo es otro, el trío de Colón, el trifachito. Es un apelativo que me encanta". Y, hablando de relaciones, también comentó cómo se lleva con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez: "Es mejor, cordial, pero los dos somos muy francos. Hay buen rollo, pero esto va del número de diputados que tiene cada uno. Todo el mundo ha visto que cuando el PSOE está solo o con Ciudadanos no actúa así".
Pero el tema por excelencia fue el de Vox. Pablo Motos le preguntó por las propuestas de este partido y por un vídeo donde salía Pablo Iglesias con unas ideas algo cercanas a Vox: "Lo de Estados Unidos, que yo explicaba en plan político pedante en ese vídeo, es por la segunda enmienda, que tiene mucho recorrido histórico. De esa explicación un poco friki de 2012 sacar que la gente debe llevar pistola cuando salga de casa es exagerado ". Para terminar, el presentador le preguntó sobre la polémica compra del chalé de Galapagar: "Lo volvería a hacer. Me he hipotecado a 30 años con mi pareja. Mi vida ha cambiado mucho, me encantaba vivir en Vallecas, pero ahora quiero vivir una vida distinta y si tengo que pagar un peaje para que mis hijos se críen en el campo, lo haré. Eso no es casta. Si todo lo que tienen para meterse con nosotros es esto, es que lo hemos hecho bastante bien".
