Detrás del maquillaje, las poses provocadoras y las polémicas que envuelven a Oto Vans, se esconde uno de los grandes fichajes de 'Supervivientes 2019' que quiere aprovechar el concurso para mostrar su lado más humano.
Los concursantes ya están empezando a coger confianza y el 'youtuber' ha querido contar la dura infancia que sufrió. Con solo 5 años tuvo que abandonar Croacia, su ciudad natal, junto a su hermano y sus padres, quienes temían que los servicios sociales les pudieran arrebatar a sus hijos.
Sus padres, que por aquel entonces mantenían una compleja lucha contra su adicción a las drogas, pusieron rumbo a Portugal, aunque finalmente acabaron en Vitoria. Allí criaron a sus hijos dentro de un ambiente "religioso y sectario", y tuvieron cuatro más ya que eran contrarios al uso de anticonceptivos. En total, seis hermanos componen la familia Tomicic.
Aunque los padres acabaron rehabilitándose de su adicción, aquel escenario marcó al pequeño Oto y a su familia: "Crecí sin amigos hasta los 18 años", y reconoce haber tenido problemas para desarrollar su auténtica personalidad: "Empecé a hacer el maricón cuando salí de ahí porque dentro era pecado. Tenía que actuar como si fuera un 'machito'", reconocía el superviviente.
La familia, su mayor orgullo
Para Oto su familia siempre ha sido lo más importante, y por eso, cuando empezó a ganar dinero como 'youtuber' lo primero que hizo fue ayudar a sus padres: "No podíamos salir de ahí porque no teníamos nada", explica. "Lo primero en mi vida es mi madre y después mis hermanos. Yo se lo agradezco todo a mi madre. Y me encantaría triunfar y recompensárselo", concluye el influencer.