El pasado domingo 21 de marzo Rocío Carrasco acababa con años de silencio sobre su vida personal a través de la docu-serie 'Rocío: Contar la verdad para seguir viva'. Tras la emisión de los dos primeros capítulos en los que la hija de Rocío Jurado hablaba por primera vez de su intento de suicidio y sus primeros años de relación con Antonio David Flores donde comenzó ya su particular infierno, todas las miradas se dirigían hacia su familia de sangre con la que no tiene relación desde hacer varios años.
La mañana del lunes 22 José Ortega Cano era interceptado por varios reporteros en plena calle mientras hacía unos recados y las preguntas, como no podía ser de otra forma, era todas en torno a las palabras de la hija de la que había sido su mujer. El diestro aseguró que no había podido ver el documental porque "estuve con la tensión muy alta" durante el día y el médico le había recomendado "que mejor me quedara en la cama".
Sobre las declaraciones que Rocío Carrasco había hecho sobre la boda de su madre con Ortega Cano, llegando a reconocer que, pese a que la cantante estaba muy feliz y enamorada, para ella "no fue una decisión acertada", el protagonista no se quiso pronunciar al respecto.
Gloria Camila tampoco vio el documental
Eso sí, para quitar hierro a una situación verdaderamente tensa que se había vuelto a colocar en la actualidad tras la emisión de la docu-serie, Ortega Cano quiso ser cordial reconociendo que " a pesar de que ahora no sea lo mismo que antes " haciendo relación a su distante relación: " Le sigo teniendo mucho cariño ", añadiendo también que " no le deseo nada malo ni a ella ni a su familia ".
En los últimos segundos de conversación con el torero también le preguntan si había podido hablar con Rocío Flores tras la emisión del documental y si su hija, Gloria Camila, lo había visto, a lo que este respondió negativamente: " No, no lo ha visto. Está trabajando y tiene que madrugar mucho ", eran sus últimas palabras.