Oriana Marzoli habla de su supuesto montaje con Iván González: "Fue un acto de rebeldía para putearle"

Pero no solo hablado de estar circunstancia, sino también de los ataques que ha recibido por parte de Samira o de Kiko Matamoros. "Partiendo de la base de que parece que yo monto un circo, y de verdad, me crecen los enanos, es acojonante. Ahora de repente aparece la colgada de Samira, el Rafa Mora, Kiko Matamoros... pero lo de Samira ya es algo que roza lo patético, ya se ha pasado Samira alias 'la Tarzán', pobrecilla, se nota que le hace falta un poco de pantallita", ha dicho sobre una de sus enemigas.

Y ha seguido con Matamoros, quien había dado a entender que había sido chica de compañía, por eso ha querido defenderse: "Ahora viene Kiko Matamoros que dice que me defendió cuando me catalogaron de 'pretty woman' sin haber pruebas contundentes. Vale me parece fenomenal supuestamente no dijiste nada por eso, ¿ahora tienes las pruebas contundentes¿ Las quiero ver y ya. Tanto que dices que he ido a cenas pagadas y que luego me he tomado el postre, me interesa ver la foto, el catálogo en el que aparezco, me interesa ver también la página web a la que pertenezco, me interesa conocer a algún cliente mío. que me lo diga Fani... pero el peso de la palabra de Matamoros es gordo".

Después, y para meterse de lleno en el tema del supuesto montaje, ha justificado su visita a la casa de Iván González diciendo que a veces se le va la cabeza, se enfada más de lo debido y como persona se arrepiente: "Me preguntan que porque fui a casa de Iván hace 2 semanas cuando tuve la primera discusión, y fui porque hasta hacía unas ahora era mi pareja. Lo normal es que por mucho que me dé a mí el momento de impulsividad luego me pueda arrepentir, lo anormal sería que fuera una persona fría y que me importase tres cojones".

Asegura que no sabe mentir

Y para aclarar lo del montaje ha concluido: "Me dicen que si era un montaje, voy porque soy persona, porque soy ser humano. Con el tema de la revista un montaje como tal no se puede llamar, no era un montaje. Era un acto de rebeldía, de despecho, de cabreo para putear a Iván, las cosas como son. Ya me conocéis, no es nuevo en mí, yo soy así, a ver, no soy rencorosa porque no guardo el odio durante tiempo, pero sí soy un pelín vengativa, sobre todo si quiero a esa persona y he sentido que esa persona me ha hecho daño. No sé montar bien las mentiras porque os juro que me pillan, puedo llegar a ser falsa con gente en plan políticamente correcta. Lo que a mí me pasó fue una cosa real, estaba saturada, tenía una crisis con Iván muy gorda, por lo tanto, cualquier cosita iba a hacer que estallase".