Poco tardaron el resto de concursantes en darse cuenta de lo que Garó había hecho, y rápidamente la emprendieron contra él porque lo consideraban un traidor incapaz de asumir lo que ellos mismos habían dictaminado durante las nominaciones. Con todos los dedos apuntando a su persona, al cómico no se le ocurrió otra cosa que defenderse asegurando que tuvo que cambiar los votos porque Jorge Javier Vázquez le obligó a hacer uso de su poder. Parece que al gaditano se le olvidó que está viviendo en una casa en la que puede verse y escucharse todo lo que hace o dice, por lo que el presentador tuvo que intervenir para desmentir su versión.
"Tenemos que aclarar algo que pasó el jueves, ¿qué me quieres decir?", cuestionaba Vázquez, a lo que Garó contestó haciéndose un poco el loco: "A lo mejor lo he entendido mal, pero si yo no quiero echar a nadie, ¿el programa lo permite?". El presentador le dijo que "por supuestísmo" podía no hacer uso del poder si así lo quería, pero delató cuáles fueron sus intenciones desde el primer momento: "Tú tampoco diste mucha opción, porque inmediatamente salvaste a Verdeliss, y en el momento en que la salvaste, uno tenía que entrar en la lista. Ni preguntaste si era obligatorio ni dudaste a la hora de salvarla", sentenció el conductor del espacio televisivo.
Un gran poder conlleva una gran responsabilidad
Durante toda la conversación, Garó aseguraba que se había tratado de un malentendido, y que si llega a saber que no era obligatorio salvar a uno de sus compañeros, hubiera dejado la lista de nominados tal y cómo estaba. Ante tanta controversia, Vázquez dejó las cosas y explicó que el cómico no tenía por qué sentirse mal, ya que "como ganador de la prueba, utilizaste el poder. Estáis participando en un juego y tienes todo el derecho a utilizarlo", concluyendo así la polémica.