Omar Montes, cantante y ganador de 'Supervivientes 2019 ', ha visitado el plató de 'Volverte a ver' para encontrarse con una fan. Pero antes de que se produjese ese encuentro, Carlos Sobera, conductor del programa, ha querido hacerle una pequeña entrevista sobre su vida, a la que el cantante se ha abierto como nunca antes lo había hecho. Aunque se conoce a Omar como un chico muy alegre y bromista, su infancia no fue nada fácil.
Después de su paso por 'Supervivientes 2019', su carrera musical ha dado un salto vertiginoso, convirtiéndose en uno de los cantantes españoles mas escuchados. Pero su vida no ha sido así siempre, todo lo contrario. Durante la entrevista el famoso " iluminati "-como se hace llamar- ha hablado de su infancia, de su abuela, su madre y su hijo, que sus mayores pilares y, por primera vez, de la relación con su padre.
" He tenido muchas carencias afectivas, y eso me hace estar tan volcado con mi hijo. Me gusta estar con él a diario, hablarle de la vida...", comentaba el cantante cuando hablaba de su hijo. Sin embargo, cuando habla de su padre su rostro se pone mucho más serio y cuenta que su padre lo abandonó cuando era pequeño y que ahora ha vuelto a tener relación con él: "ahora nos llevamos bien. De joven estaba muy alocado, ahora es un señor mayor".
Una infancia muy difícil
"Vengo de un barrio complicado, las cosas no eran fáciles cuando era un niño ", cuenta sobre su infancia. "Era amigo de lo ajeno, robaba mucho. Tenía todos los iPods mini de mi barrio, con 12 o 13 años. Le decía a mi abuela que me los regalaban" confesaba así su problema con los robos. " Yo quería ser un niño normal, pero tenía unos cuantos factores en mi contra. El racismo, me llamaban gitano, si estaba un poco gordito, el bullying, un día me pegaban otro día tenía que salir corriendo... Se metían conmigo hasta por respirar".
A pesar de que ha vivido momentos muy duros en su vida, Omar Montes no guarda ningún tipo de rencor y ha reconocido que los que ahora llenan sus conciertos son los mismos que antes le pegaban y aislaban. "Aquellos chavales que me pegaban y me perseguían ahora llenan mis conciertos y me piden selfies. Ahí me he dado cuenta de algo que me gusta de mí y es que no soy una mala persona. No soy vengativo ", confesaba el artista.