Durante su intervención, Montes recuerda que antes de dedicarse a la música también fue boxeador y portero, aunque reconoce que este último trabajo no le gustó porque se considera "un chico muy pacífico" y no le gusta verse "en el rollo de enfadarse con alguno". Además, tampoco es que ser un 'armario' de discoteca le ayudara con las chicas, ya que al parecer no ligaba nada porque era "gordito" y tenía las orejas de soplillo: "se metían conmigo, me llamaban Dumbo y decían que podía volar".
Omar Montes echó la vista atrás para revelar que lo pasó muy mal en el colegio y que se pasaba "el día llorando" por culpa del racismo. "Hay que acabar con eso ya. Yo iba allí y no podía estar. Era un niño y vivía amargado, no podía estar allí", señalaba el rapero. Sin embargo, el chico pasó de ser víctima a verdugo y el acoso que sufrió en su etapa escolar lo acabó convirtiendo en un joven rebelde que se ganaba la vida de cualquier forma para poder subsistir. Según cuenta, no tenía dinero ni para coger el metro y asistir a sus clases de boxeo, por lo que empezó a dedicarse a "cosas de pícaro" para conseguir algo de efectivo.
Antecedentes penales
Pero no fueron estos robos las únicas veces en las que Montes se pasó la ley por el forro, sino que en una ocasión se metió en una pelea y tuvo que pagar su fechoría trabajando en servicios sociales: "Estuve mucho tiempo dando comida a gente que lo necesitaba y me hice amiguillos, y aún cuando salí de allí, yo volvía para ayudar. Les dije a todos que si alguna vez estaban muy mal, en mi casa siempre iban a tener comida. A veces me he quitado yo para darles". De este modo, han salido a la luz algunos antecedentes penales del nuevo novio de Chabelita, aunque por lo que señaló Gustavo González en su día, se puede intuir que esto es solo la punta del iceberg y que todavía quedan muchos secretos ocultos bajo la superficie.