"Que haya que seguir luchando. ¿Esto no se acaba nunca?"
La andaluza confiesa que su casa, que lleva siendo la de Antonio David Flores desde hace dos décadas, siempre se ha apelado por la filosofía de no hablar mal de otras personas: "Eso es mierda que se tragan ellos". Moreno no dudó en desmentir alguna de las palabras que pudo escuchar de boca de la propia Rocío Carrasco: "Llevo 21 años con mi marido. ¿Sabré yo cómo es mi marido? ¡Es que él no es así!", decía sin poder contener las lágrimas. "Que siempre haya que seguir luchando y seguir luchando. ¿Esto no se acaba nunca?".
Olga Moreno no dudó en mostrarse cansada de esta guerra entre su marido y la que fue su mujer y madre de sus hijos: "Lo única que queremos es estar tranquilos. Que esos niños sigan felices y que no les toquen más". La superviviente aseguró sentir "impotencia" ante todo lo que se estaba diciendo sobre su familia últimamente: "Pero coño, si yo lo he vivido todo y tener que estar callados... Pero aquí estoy, más callada que una misa".
"A los niños me ha faltado parirlos"
La mujer del excolaborador aprovechó la conversación para sincerarse con su compañera, a quien le contó cómo fuel a primera vez que vio a Roció y a David Flores, cuando apenas era unos críos: "Me ha faltado parirlos", le aseguró, aunque también matizó que nunca quiso que la viesen como su madre: "Yo les decía: "Yo soy 'Oa'", porque me llaman 'Oa', y mamá es tu madre". Recordó que Rocío Flores rápidamente congenió muy bien con ella: "Me hizo perrerías, tú sabes, a maquillarme, que si el pelo... con cuatro añitos".
No dudó tampoco en deshacerse en halagos con ambos. De la mayor le confesó a su compañera que "niña tiene un corazón que ya me gustaría a mí tenerlo", algo que demostró siempre con el cuidado de su hermano: "Desde el principio, y eso era una conexión, una ternura, como al día de hoy". Por el pequeño, por supuesto, también siente una gran devoción: "No puedo, no puedo, yo estoy con el niño", decía con una gran sonrisa. Pero Olga Moreno también quiso matizar cómo era realmente David, a quien conoce muy bien: "El niño se vale por si solo: él coge el autobús, el coge el metro... vamos que no es un niño... El niño de aquí [señalándose la cabeza] uf, más que tú y que yo".
"Me tomo el café en la taza con la foto de la Jurado"
Un David que pocos conocen y de quien también quiso resaltar la gran pasión que tiene por su fallecida abuela materna, Roció Jurado. "Cada año en Reyes siempre el disco de la Jurado", confesó: "Él es pasión y además canta por la Jurado. Se sabe todas las letras. Él la tiene muy presente". Él y todos, porque reconoció también que en su casa la imagen de la cantante sigue estando muy presente: "Yo tengo la taza con la foto de la Jurado, me tomo el café con la Jurado". Un cariño por ella que todavía le guarda Antonio David Flores, quien se sintió muy decepcionado con ella cuando su guerra pública estalló tras las famosas declaraciones en una entrevista en Latinoamérica: "David quería mucho a la Jurado y, es verdad, que a él le dolió muchísimo y sobre todo por esos niños".
Olga le dedica el salto a Antonio David
Tras estas conversaciones llegó el gran momento. Olga Moreno fue una de las elegidas por la audiencia para saltar desde el helicóptero y comenzar la experiencia en la playa. Antes de saltar, la superviviente le aseguró a Jorge Javier Vázquez que "sentimentalmente estoy bastante fuerte" gracias a no pensar "en los niños" ni "en nadie". "Pensé que no iba a ser capaz", le aseguró. Y antes de lanzarse al agua, la andaluza quiso dedicarle el salto a "mis niños, que los echo mucho de menos"; también a Antonio David Flores: "Mi marido, que si volviese a nacer me volvería a casar con él"; y a su madre: "La persona que más quiero en el mundo, que ha luchado por sus hijos y que ahora lucha por ella misma", decía sin poder contener las lágrimas.