Rocío Carrasco ha continuado desmontando poco a poco a Antonio David Flores, todas esas mentiras que ha ido relatando a lo largo de los años y que nadie ha cuestionado a pesar de no tener pruebas o de que les hayan aportado pruebas falsas. El colaborador ha ido contando durante todos estos años que la que fuera su mujer no dio su consentimiento para una intervención de su hijo, algo que llevó a juicio, cuando es absolutamente mentira.
El relato de Antonio David Flores en un plató de televisión era el siguiente: "La situación que yo mantengo con mi mujer es comunicarle cualquier cosa a través del abogado. Soy el padre de esos niños y soy la única persona que habla con el médico. El pediatra me dice que es recomendable que al niño lo explore un especialista porque tiene un pequeñito problema y cree que debe ser intervenido. El abogado le envía un fax y le explica el motivo, pasan seis meses, se le aporta una documentación al juez para que, en definitiva, sea un juez el que determine que se debe operar a mi hijo".
Sin embargo, la historia de Rocío Carrasco es bien distinta y las pruebas lo demuestran: "A mí me llega una carta donde dice que el niño tiene que ser operado de una cosa 'insignificante' y, como no puedo fiarme, de nada de lo que me llegue por parte de esta persona quiero hablar con el médico y que me lo explique. Este médico me dice que no es importante ni urgente, prácticamente ambulatorio. Yo dije que no tenía problema, firmo una autorización para que a ese niño se le practique la operación. A finales de 2007 a mí se me pone una demanda por parte del padre en vía civil para que el juez se salte mi consentimiento y que ese consentimiento se dé por vía judicial cuando yo ya había firmado el documento de autorización".
La entrevistada no duda en mostrar ese consentimiento en el que se ve claramente cómo está escrito de su puño y letra y es enviado al abogado de Antonio David Flores. Sin embargo, esto no sirve para nada y el padre le pone la citada demanda: " Como toda acción por parte de este ser tiene un fin lucrativo y un fin mediático y tiene que seguir con la campaña de mala madre porque si no se le acaba el chollo. A mí me citan para ir al juzgado a declarar", explica Rocío Carrasco.
Le dieron la razón en el juzgado
Rocío Carrasco ha relatado punto por punto cómo fue sucediendo todo: "Cuando llego está todo repleto de prensa. La puerta del juzgado era horrorosa. Ya tiene lo que él quiere, que es el revuelo mediático. El juez me pregunta '¿usted tiene algún problema en que a su hijo se le opere?' y yo digo '¿qué problema voy a tener? si yo he firmado el consentimiento desde hace un montón de tiempo'. Entonces el hombre me dice '¿entonces qué hace usted aquí?' y yo le digo 'mire, asómese usted a la ventana y lo ve'. Se asomó y me dijo 'lo acabo de entender, no me tiene usted que decir nada más, se puede marchar'", explica.
Sin duda alguna, la 'verdad' que se ha creído todo este tiempo era una mentira y, para muestra, Rocío Carrasco ha mostrado la resolución de la sentencia del citado juez: " La sentencia dice 'se desestima la petición formulada por Antonio David frente a Rocío Carrasco para sustituir el consentimiento de esta en la intervención quirúrgica que haya que realizarle al hijo. Se imponen al demandante las costas con expresa declaración de temeridad'. Y como esto, 20 años. La gente no lo cuestiona", concluye apenada y enfadada la entrevistada.