"Si yo me hubiera enterado antes Carla estaría viva. Carla murió por el papiloma humano, cáncer de cuello de útero. Tengo tanto que hacer que no tengo tiempo de nada y ella por no molestarme no me llamaba. Un día nos fuimos a una de las tiendas de 'Punto Roma' y me dice '¿tienes pañuelos?' y yo le dije '¿qué pasa?'. Dos años llevaba sangrando y no me había dicho nada. Me quedé muerta", decía con mucho dolor Norma Duval.
Además, se ha mostrado indignada con el ginecólogo que, lamentablemente, no la trató: "No voy a decir el nombre del ginecólogo pero él sabe que lo hizo muy mal porque mi hermana cuando vino de México ya tenía el virus y nunca más la controló. Cuando ella le decía que sangraba pues le decía que era del útero, que era de no sé qué, la miraba pero no la hizo un reconocimiento como debería haberlo hecho". Fue ella quien la llevó a urgencias: "Le dije 'si hay algo bueno que tenemos en este país es la seguridad social. Vete a la Paz a urgencias'. La hizo un reconocimiento y se lo cazó y a partir de ahí fueron tres años un rosario. Ahí José Frade se portó muy bien".
Tras esta confesión Norma Duval no pudo contener la emoción y, a pesar de que siempre se muestra muy dura y fuerte ante la situación, dijo 'lo siento' a Bertín Osborne, se levantó y se fue. No hay duda de que remover esos sentimientos tiene que ser muy doloroso para la artista. Poco después volvió y aseguró que hablar tan de seguido de su hermana le provoca mucho dolor. Además, en el programa hubo unas invitadas de excepción, la impresionantes hijas de Carla Duval, así como quienes trabajaron con Carla en sus últimos meses: Arancha del Sol, Cristina Hidalgo, Lara Dibildos y Juncal Rivero.
La carta más emotiva
Sin duda, si hubo un momento emotivo en la entrevista fue cuando Norma Duval sacó la última carta que su hermana escribió antes de morir: "Cuando mi hermana se fue, se fue feliz y sin ningún trauma, se fue con una paz interior tremenda e hizo una carta para todos y a 'las brujitas' les hizo una carta y os la he traído como broche final. Eso lo escribió el mismo día que se durmió", decía emocionada. "Soy una persona tremendamente afortunada y feliz, estoy tranquila y en paz, amo este mundo y todo lo que me rodea porque es amor. Mis hijas tan maravillosas y buenas a las que adoro, mi familia hermosa y fuerte, hermana, hermano, madre, sobrinas, exmarido, sí, a todo el mundo y todos los grandes amigos y amigas que me quieren a los que quiero que se han volcado todo este tiempo conmigo".
La carta continuaba así: "He recibido mucho amor y creo que yo también he dado parte de mi ser a todos un poquito. Quiero que todos me recordéis con alegría como soy yo, una persona con entusiasmo por la vida, nunca con tristeza porque yo no soy así. Sabéis que me gusta reír y que es la mejor medicina del alma y que este último año he dedicado mi tiempo a trabajar en teatro y ha sido una experiencia hermosa en mi vida. Adoro a toda la gente que me ha rodeado y a mis compis las quiero con toda mi alma, me han dado tanto y nos hemos reído tanto. Dios, qué feliz he sido". Todas las invitadas se emocionaban ante la carta y recordaban a su gran amiga, hermana y madre.