La canaria no lo pasó nada bien porque no sabía cómo iba a terminar todo: "Hubo unos meses de incertidumbre, quería verle la carita pero también saber si estaba bien". Las cosas siguieron siendo difíciles cuando llegó el momento del parto, porque por la posición del bebé, tuvieron que practicarle una cesárea: "Le han hecho unas pruebas. Las pruebas dijeron que la niña estaba bien y que no pasaba nada".
Habla con dolor de su pensamiento de abortar
Cuando Noemí Merino se quedó embarazada, se le cruzó por la mente abortar, puesto que se sintió sobrepasada. Ahora, tiempo después, explica que se siente fatal por haber tenido esa idea en su momento: "Lo siento Irina. Cuando veas esto en un futuro, diciendo que no me veía siendo madre, que estoy criando a una niña y que no veo como madre, pero mi amor yo te quiero. Y quiero criarte, quiero estar contigo toda la vida y vas a ser la niña más protegida del mundo, pero perdóname".