Sin embargo, las recientes declaraciones de una de sus protagonistas han nublado el éxito de la miniserie. Nicole Kidman interpreta a Celeste Wright, una ama de casa madre de gemelos casada con un hombre de negocios muy ocupada en viajar y con quien mantiene una relación llena de abusos.
La intérprete ha confesado para la Revista W que en una de las muchas escenas de violencia se sintió profundamente humillada. "Recuerdo que estaba tirada en el piso del baño y no podía levantarme entre tomas", declaró ella misma. "Estaba tirada ahí, como si estuviese rota y llorando. Recuerdo que en un punto el director, Jean-Marc Vallée vino hacia mí y me puso una toalla porque estaba en ropa interior en el suelo y básicamente con nada puesto", añadió.
Muy afectada
Kidman contó que aquel rodaje incluso le produjo magulladuras y hematomas y que se sentía tan mal una vez hubo finalizado que solo tenía ganas de irse a casa. Fue cuando volvió a su hogar cuando realmente descubrió lo afectada que había quedado. Para este papel tan devastador, la australiana se guió con historias reales. "He recibido los e-mails más sorprendentes de personas diciendo que ahora entienden por qué las mujeres permanecen o por qué la gente se queda con un abusador, y si eso cambia la vida de una persona, eso es increíble para mí". confesó.