Si hay una serie en boca de todo el mundo es 'Por trece razones'. La producción de Netflix ha sido todo un bombazo para el entorno audiovisual y las cifras de su éxito son el mejor indicador para vaticinar una segunda temporada. El problema de este tipo de ficciones es que sus primeras temporadas cuentan con un núcleo argumental cerrado, en este caso las trece razones de una chica para quitarse la vida. Si estas ya se han expuesto, ¿cómo es posible que exista una segunda temporada? He aquí el quid de la cuestión.
Cuando la confirmación de una continuación no se había hecho de forma oficial, los miembros del equipo ya habían realizado varias declaraciones que así lo verificaban. El guionista de la serie, Brian Yorkey, adelantaba en una entrevista para 'The Hollywood Reporter' algunos lazos argumentales de la segunda temporada: "Una de las cosas fundamentales de nuestro programa es que entrelaza el pasado y el presente (...) La historia de Hannah está inacabada. Es una parte central (Hannah) de lo que pase en el siguiente capítulo de la historia ".
Ahora, la plataforma de streaming confirma de forma oficial a través de su cuenta de Twitter que "la historia no ha terminado" y han publicado un pequeño teaser donde así se anuncia. Según declara Deadline, esta segunda temporada versará sobre cómo intentan superar la noticia todos los involucrados en la muerte de Hannah.
Su historia no ha terminado. #13ReasonsWhypic.twitter.com/MMdJ8JL9ca
? Netflix España (@NetflixES) 7 de mayo de 2017
Lo que aún queda por verificar es si la actriz que interpreta a Hannah, Katherine Langford, ha firmado el contrato con la productora para esta segunda parte, aunque si nos guiamos por toda la información expuesta podemos pensar que sí.
¿Morbo o concienciación?
Uno de los mayores fantasmas que rondan la serie es el debate sobre los contenidos explícitos que se vierten en ella. Aunque esta ha sido acogida con gran entusiasmo por parte de la crítica, del otro lado se sitúan los que opinan que el tema del bullying debe ser tratado con mayor delicadeza. No obstante, desde varias asociaciones que lidian con el acoso han dado las gracias por la existencia de una serie que por fin visibilice el problema, y afirman que gracias a ella muchos jóvenes se han atrevido a denunciarlo.
Ante este hecho, su guionista también quiso prestar declaración: " La serie debería ser dura de ver. Si lo hacemos fácil, estamos vendiendo un contenido que no queríamos ". En esta línea, podríamos considerar que la serie se coloca en el más puro estilo de Haneke, donde cada vez que te sientas tienes que estar preparado para aprender a la par que para sufrir. Esa es la otra cara del contenido audiovisual, la didáctica, que rivaliza con el puro entretenimiento. Cual se quiere elegir no es problema del creador, sino del espectador. Aún así, los productores han anunciado que avisarán antes del comienzo de los capítulos sobre el contenido gráfico de la serie.
