Tras la reaparición de José María Franco, el que fuera chófer de Rocío Jurado, en el plató de 'En el nombre de Rocío' para ratificar el testimonio de Rocío Carrasco, el pasado lunes 31 de octubre hacía lo mismo Teresa Lázaro, la que fuera nani de Gloria Camila y José Fernando tras la muerte de la cantante. Esta ha asegurado que las condiciones laborales con el diestro no era precisamente buenas: " Trabajaba de noche y de día y me pagaba 600 euros y no tenía ni contrato ni asegurada ", reconoció.
Tras definirlo como "más tacaño que el puño de la hermandad" ha reconocido que todavía le debe dinero a ella y a su exmarido: " 300 euros por limpiar la finca de Montealto y y de los fines de semana que no me dio libre ". De hecho, Lázara asegura que la situación era tal que tanto ella como su exmarido tenían que hacer uso de su propio coche para moverse y pagarse la gasolina, gastos que no corrían por cuenta de Ortega Cano.
Esta también quiso dejar claro que, a pesar de todo lo que se haya dicho públicamente, Gloria Mohedano no ha cuidado nunca de los hijos de Rocío Jurado tras su muerte, de eso se encargaba ella misma: "A la Yerbabuena Gloria llegó 2 o 3 veces para hablar con Ortega ". Una de ellas, reconoce, el torero no estaba y la tía de Rocío Carrasco no desaprovechó el viaje: "Salió con una bolsa y se la dio al marido para meter en el coche. Y volvió a entrar y se llevó otra bolsa", sin saber nunca que contenían.
Gloria Mohedano nunca cuidó de los niños
La nani de los hermanos de Rocío Carrasco también contó que por la casa se había encontrado con objetos personales de Rocío Jurado que, técnicamente y según la herencia, pertenecerían a Rocío Carrasco. "Yo estaba limpiando los altillos y había una bolsa muy grande con una capa preciosa y cuando llegó Ortega Cano le pregunté: 'Eso es la capa donde fui pionera Rocío Jurado en los carnavales de Chipiona'", y le mandó volver a dejarla donde estaba.
Teresa Lázaron también pasó un tiempo Montealto antes de que Ortega Cano fuera con sus hijos a la Yerbabuena, pudiendo comprobar que tal y como contó Rocío Carrasco, la habitación de Rocío Jurado tenía una cerradura: "me dice: 'Te voy a enseñar la habitación de Rocío, pero quiero que entres tú sola y está bajo llave'. Me enseñó la casa y me dijo donde comíamos nosotros y me dio la llave. 'Tu entras y limpias la habitación'". Una habitación que por aquel entonces estaba tal cual se había quedado desde que muriera la artista :" Cuando entro en esa habitación el primer día me impuso un poco. Estaba todo como murió Rocío Jurado, recogí los sueros ".