Así ha sido el encuentro entre tío y sobrino
Minutos antes de abrazarse con su sobrino, Nacho Palau se sinceraba con Lara Álvarez y afirmaba que "ha habido un antes y un después en mi concurso respecto al tema del pisto", haciendo referencia al robo de comida que vivió ante el ataque de ansiedad que vivió por el hambre. Parece que el concursante ha reflexionado sobre su conducta y, tras proponerle la presentador que podía comerse varios huevos con patatas, renunció a ellos para evitar nuevas discusiones. Después le propuso otra recompensa formada por un tomate, pepino y pimiento, que dijo que "para el grupo". Sin embargo, también evitó esta tentación y fue entonces cuando se le presentó una tercera caja en la que se escondía la cara de su sobrino.
Nacho Palau se abrazó fuertemente a su sobrino y la audiencia fue testigo de una felicidad que hacía días que no se veía en su rostro. "Para mí es un chute de energía. Es un concurso difícil, me ha cambiado mucho la situación", comentaba el concursante. Además, se sinceró son su sobrino al confesar que "no he sido muy yo, me he juntado siempre con Kiko para las nominaciones. Me pesa porque ni soy falso ni chungo".
Carlos Sobera quiso interesarse por si le había ayudado la visita. "Lo que más me ha reconfortado es saber que mis hijos están orgullosos de mí y que han sacado buenas notas y que mi madre está bien. Lo que no me gusta es que se me ve muy gruñón y muy ansioso, y yo no soy así, pero es un concurso de supervivencia. Me quiero quedar", se mostró un optimista Palau, apuntando a un cambio de actitud de cara a la recta final del concurso.