Nacho Palau se ha convertido en una de las grandes revelaciones de 'Supervivientes 2022'. Su concurso ha estado marcado por la fuerza que ha ido demostrando día a día, superándose como concursante ante cualquier reto que la organización planteaba a todos los robinsones. Sin embargo, en los últimos días las fuerzas han comenzado a flaquear, como él mismo confesó el día en que se jugaba la expulsión con Mariana Rodríguez, a la que ganó el duelo. El hambre y la ansiedad están pasando mucha factual al catalán, que ha llegado a quitar comida al resto de sus compañeros para no escuchar el ruido de sus tripas, provocando con ello la ira de sus contrincantes, incluso de Kiko Matamoros, cuya amistad está completamente rota.
Con la finalidad de subir el ánimo de Nacho, 'Supervivientes 2022' ha decidido regalarle la visita de un familiar, concretamente de su sobrino Yago, que semana a semana ha estado defendiendo a su tío desde el plató de los estudios de Mediaset España, en Fuencarral. El joven ha asegurado que necesita demostrarle que tiene que seguir luchando para llegar a la final y que quiere ayudarle a recomponer sus fuerzas. Además, cree que su tío está atravesando un mal momento no solo por culpa del hambre, sino también porque echa de menos su casa, haciendo referencia de manera indirecta a sus cuatro hijos, a los que recuerda con mucha frecuencia.
Así ha sido el encuentro entre tío y sobrino
Minutos antes de abrazarse con su sobrino, Nacho Palau se sinceraba con Lara Álvarez y afirmaba que " ha habido un antes y un después en mi concurso respecto al tema del pisto ", haciendo referencia al robo de comida que vivió ante el ataque de ansiedad que vivió por el hambre. Parece que el concursante ha reflexionado sobre su conducta y, tras proponerle la presentador que podía comerse varios huevos con patatas, renunció a ellos para evitar nuevas discusiones. Después le propuso otra recompensa formada por un tomate, pepino y pimiento, que dijo que "para el grupo". Sin embargo, también evitó esta tentación y fue entonces cuando se le presentó una tercera caja en la que se escondía la cara de su sobrino.
Nacho Palau se abrazó fuertemente a su sobrino y la audiencia fue testigo de una felicidad que hacía días que no se veía en su rostro. " Para mí es un chute de energía. Es un concurso difícil, me ha cambiado mucho la situación ", comentaba el concursante. Además, se sinceró son su sobrino al confesar que " no he sido muy yo, me he juntado siempre con Kiko para las nominaciones. Me pesa porque ni soy falso ni chungo ".
Carlos Sobera quiso interesarse por si le había ayudado la visita. " Lo que más me ha reconfortado es saber que mis hijos están orgullosos de mí y que han sacado buenas notas y que mi madre está bien. Lo que no me gusta es que se me ve muy gruñón y muy ansioso, y yo no soy así, pero es un concurso de supervivencia. Me quiero quedar", se mostró un optimista Palau, apuntando a un cambio de actitud de cara a la recta final del concurso.