Antes de encenderse el piloto rojo de las cámaras, Belén Ro, Carmen Borrego, Chelo García Cortés, Gema López, Rafa Mora y Lydia Lozano tomaron posiciones en la zona de los sofás. Para los seguidores asiduos rápidamente habrían notado un cambio mínimo en la distribución, pero que no era peccata minuta, y es que Belén Rodríguez había usurpado el puesto a su compañera Lydia Lozano. Mientras abrían el programa y el presentador del día daba la bienvenida, todo era sonrisas y buen rollo, pero poco tardaría en desatarse un pequeña guerral en el plató, en el que se midieron fuerzas por el cotizado trono: "Hemos empezado bien porque Lydia está negra", auguraba Kiko Hernández ante una Lidya Lozano con cara hierática en la que se podía leer en unas luces de neon la palabra: "PROBLEMAS".
En un alarde de amabilidad la colaboradora aseguró no dar más importancia a ese detalle, pero Belén Ro, que para esto sí que estuvo más avispada, rápidamente se levantó, no sin antes dejar claro que no era una rival débil: "Toma tu sitio, que para que estés hablando de mí por la espalda prefiero que te sientes ahí". La única respuesta que recibió de su compañera fue una sonora carcajada en la que se podía predecir la peor de las iras. Pero esta seguía sin decir palabra, posiblemente porque ya había dicho todo lo que tenía que decir detrás de las cámaras: "Te ha hecho un traje durante un minuto y ha estado blasfemando de ti", aseguró Kiko Hernández.
Sapos y truenos cayeron sobre Belén Ro detrás de las cámaras
Así que aprovechado el momento, Lydia Lozano se levantó de la silla que no le correspondía más rápido que el día que bailó el chuminero en el plató de 'Sábado Deluxe' con María Patiño para ir a recuperar lo que era suyo, el asiento que llevaba calentando durante 9 años, ahí es nada. Así, sin mover un pelo y sin necesidad de alzar la voz, la colaboradora recuperó lo que era suyo y dejó claro a las futuras visitas que en 'Sálvame' hay cosas que se respetan por encima de todo.