Según relató, Mónica Pont y su hijo contrataron los servicios de un chófer en el aeropuerto para que los llevara de vuelta a su domicilio tras un bonito viaje familiar pero, por desgracia, criminales hay en todas partes y cuando llegaron al domicilio ya notaron que algo no iba bien. Madre e hijo cogieron la maletas que el chófer les había sacado del maletero y, al entrar en el ascensor, un pie frenó las puertas.
Fue ahí cuando les apuntaron directamente con la pistola para que les dieran los relojes que llevaban y el portero no dudó en defenderlos, con tan mala suerte que a él sí que le dispararon. Su vida corrió peligro durante unos días, estando incluso en coma, pero poco a poco ha conseguido irse recuperando después de llevar a cabo ese acto heróico pero que, finalmente, sirvió de poco.
Con seguridad
Además, la actriz ha explicado que le han puesto seguridad después de lo sufrido, lo que le aporta mucha más tranquilidad tras el susto vivido: "El Ministerio Público se ha tomado el caso con mucho interés, he solicitado medidas de protección y me han puesto unas patrullas que están aquí dando vueltas por la zona". Sin duda, una situación complicada que ahora tiene que ir superando poco a poco.