Durante el último 'Límite 48 horas' de 'Gran Hermano VIP 6' los telespectadores pudieron ver a una Mónica Hoyos rota por dentro hablando sobre su dura infancia, sobre el nacimiento de su hija y sobre uno de los momentos más amargos de su vida, su separación de Carlos Lozano. Conmovida y bastante afectada presentó su curva de la vida de manera totalmente sincera y abierta.
La concursante comenzó hablando de su infancia, que ella cataloga como "triste" y sobre su relación con su abuela "es una mujer guerrera", pero confesó que no fue una buena infancia para ella, aunque se sienta muy agradecida con todos sus familiares. A medida que transcurría su curva de la vida, Mónica Hoyos comenzó a hablar sobre su hija y sobre su relación con Carlos Lozano.
Cuando Jorge Javier le preguntó a Hoyos sobre el pico más alto, esta no pudo contener las lágrimas afirmando que era Luna, su hija: "Yo no sabía que existía una cosa así, yo siempre quise tener una familia, una familia que por razones de la naturaleza o el mundo no pudo ser", explicaba la concursante.
Mónica Hoyos: "Creo que Carlos realmente no me conoció"
Rápidamente Hoyos comenzó a hablar del padre de su hija: "Cuando tuve a mi hija me separé del padre y lo pase muy mal, tremendamente mal, durante muchos años además", explicaba Hoyos. Jorge Javier aprovechó para preguntarle sobre por qué lo pasó tan mal: "Tenía la autoestima baja, el fracaso de no haber conseguido algo, sentirme que era yo la culpable, que no lo hacía bien", añadiendo: "Pero me equivocaba, no dependía de mi solamente, nunca depende solo de una persona".
La curva de su vida finalizó con un punto bajo que era la relación con su expareja, Carlos Lozano: "Está bajo mínimos. Yo después de la entrada que vi aquí... entiendo que esté enamorado, encaprichado, pero no me imaginé que sabiendo todas las cosas... creo que realmente no me conoció, que no sabía a quién tenía, nunca lo supo ni como amiga ni como compañera de vida", afirmaba la concursante entristecida. Pero no quiso terminar su curva de la vida de forma amarga y finalizó añadiendo que tenía que disfrutar de lo que le quedaba por vivir y que eso es lo que iba a hacer a partir de ahora.