La peruana se enfrentó a una prueba no apta para todo tipo de estómagos para ganar unos minutos junto a su hermana Marita.
Mónica Hoyos ha demostrado desde el principio que es una gran superviviente y que está dispuesta a hacer lo que sea con tal de ganar las pruebas y coronarse ganadora de 'Supervivientes 2019'. Y durante la gala del 20 de junio de 2019 Hoyos no se vino abajo ni siquiera cuando le pusieron delante de la cara seis platos de los cuales cuatro contenía alimentos que a más de uno les darían arcadas.
A pesar de que minutos antes el público había decidido salvar a Dakota y no a ella, y su futuro en la isla pendía de un hilo, la peruana se mostró fuerte y dispuesta a seguir dándolo todo para permanecer en Honduras. La presentadora Lara Álvarez le propuso entonces un reto. Enfrente de Hoyos colocaron una jaula donde se encontraba una mujer con máscara de cabeza de unicornio, que resultó ser Marita, la hermana de la concursante.Para que la peruana pudiera reunirse con su familiar tenía que escoger en un cuenco de llaves las tres que abrirían los tres candados que mantenían cerrada la jaula. Pero el programa no le iba a dar las llaves gratis, claro. Para poder conseguirlas, tenía que ingerir una serie de alimentos que habían dispuesto delante de ella: profiteroles, lengua, grillos, alitas de pollo, vómito de caballo y carne cruda. La peruana se tiró de cabeza a comer profiteroles de crema, pero ese plato no tenía recompensa. Como bien apuntó Álvarez, cuanto más asqueroso fuese el plato, más llaves conseguiría.
Ni corta ni perezosa, y con una decisión increíble, Hoyos cogió el plato de grillos y se metió un puñado en la boca como si fuesen palomitas de maíz. "Dicen que los grillos saben a pollo", animaba Jorge Javier Vázquez desde plató. Comerse esos insectos hizo que ganara el derecho a coger cuatro llaves. Pero aún tenía que comerse un plato más. Y aunque al principio estuvo tentada a comer un trozo de cabeza de pescado, influenciada por la presentadora, acabó probando el vómito de caballo. "Esto es vómito de verdad, que mal huele. Sabe picante", decía Hoyos entre arcadas.Las hermanas reunidas
A pesar de que los candados se resistían a abrirse, las dos hermanas consiguieron reunirse entre gritos de emoción. Por supuesto, lo primero que preguntó Hoyos a su hermana Marita fue por su hija, a la que echa muchísimo de menos. Pero no pasó por alto una de las cosas que la peruana pidió: "Cuéntame todo lo que Chabelita le dijo a su mamá, que yo también quiero información privilegiada".