En esta última edición del programa de 'Gran Hermano', el no saber qué hacer es un verdadero problema para los concursantes. Cuando el ambiente dentro de la casa es tranquilo y el mal carácter se deja aparcado en un rincón, los habitantes de esta buscan cualquier tipo de entretenimiento. Este miércoles por la noche, eran muchos los que achacaban su ansiedad a la falta de sexo y a la falta de diversión. Es por eso que algunos de los ellos han decidido ponerle algo de vidilla al día.
Para empezar, Marta enciende a Sofía con un masaje de trasero. La navarra no se quejaba ante la situación y unos minutos más tardes confesaba que este tocamiento la estaba poniendo algo 'tontorrona'. Entre pensamiento y pensamiento, Sofía le suelta a Marta que no le importaría observar a Vera mientras este se masturba. Ante las risotadas de ambas, Niedziela entra en escena y les comenta a las dos concursantes cuáles piensa que son los mejores lugares de la casa para tener un encuentro íntimo: "En la ducha no hay cámaras. Es un buen lugar para hacer cosillas", sentencia.
Los tocamientos de Marta y Sofía llaman a Han que, aunque no tiene mucho interés en las mujeres, también quiere participar y que le hagan un masaje. Formando una cadena humana, Marta continúa en su labor con Sofía y esta hace lo mismo con Han. Ante tal visión, Vera quiere pasar un buen rato y se envalentona para tocarle el culo al chino, quien no parece estar para nada a disgusto.
El sueño de Aritz, la anécdota de la noche
Cuando los masajes terminaron y los concursantes daban por terminada la diversión, el vasco sorprendía a todos hablando en sueños. Resulta que el especial compañero de Han estaba relatando cómo defendía al chino pegándose con un hombre también de origen asiático. Lejos de sentar esto bien a Han, el joven comentó que le molestó el hecho de que este hubiera pegado a una persona de su misma raza.