No son buenos tiempos para Miriam Sánchez, quien ha tenido que ingresar en un conocido centro de salud mental para recuperarse. Ha sido en el programa 'Fiesta de verano' donde han confirmado esta noticia, una información que tampoco sorprende teniendo en cuenta las complicadas situaciones que ha vivido Miriam Sánchez hace unos años y que salieron a la luz.
La madre de la hija de Pipi Estrada ingresó de forma voluntaria en la Clínica López Ibor, conocida por los ingresos de multitud de rostros conocidos que han tenido problemas relacionados con la salud mental, y allí se encuentra tratando de recuperarse. Pipi Estrada, que se encontraba en el programa, ha contado lo que sabía: "Me enteré anoche que había sido ingresada en la mañana de ayer -26 de agosto- y lo que sé es que en estos momentos le han provocado un coma inducido para hacerle pruebas neurológicas ".
Para Pipi Estrada, la situación es bastante delicada teniendo en cuenta que tienen a su hija en común: " Es muy triste, es una pena, la salud mental es muy complicada y evidentemente yo estoy preocupado por mi hija. Tiene 16 años, una niña con 16 años necesita la figura de su madre y ahí estaremos para darle la fuerza suficiente a mi hija y esperando que este momento en la López Ibor sea positivo para Miriam, que pueda salir adelante y le deseo todo lo mejor porque es una gran madre, una gran persona y porque se merece todo lo mejor. Ha sido un ingreso voluntario, ella se veía rendida".
Sin contacto con Miriam Sánchez
Era inevitable que preguntaran al colaborador si, a día de hoy, tenía algún tipo de contacto con Miriam Sánchez, cosa que ha negado: " Yo con Miriam últimamente no tenía mucho contacto porque no me gustaron unas declaraciones que hizo en una revista. Fue innecesario, injusto y no correspondía con la realidad. Eso es lo de menos ahora. Lo más importante es su momento".
Además, ha relatado lo que sucedió el día de antes del ingreso y que pudo motivarlo: "El día anterior estuvo con mi hija, estuvieron cenando juntas, mi hija me llamó me dijo 'papá, no sé qué le pasa a mi madre, está rara, me dice cosas raras'. Yo le dije que tuviera paciencia, que la tratara con mucho cariño y ella me dijo 'no puedo más, me voy para casa'. La dejó ahí y al día siguiente ella de forma voluntaria ingresa en la López Ibor".